Memorias de la lucha Sandinista

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Germán Pomares Ordóñez, Héroe Nacional


Germán Pomares Ordóñez, Héroe Nacional1

Entrevista que le fue realizada por Róger Vásquez Berrios a German Pomares en Costa Rica. Se ha calculado que esta fue realizada a finales de 1976, pues hace referencia a que hacía poco habían matado a Sebastián Montoya, quien fue asesinado ese año.

Róger Vázquez: Como te había dicho, considero que esto es importante para el futuro ¿no?, La lucha ha sido larga y dura y serán más duras y si no queda nada escrito ni que sea del conocimiento para el futuro. Compañeros valiosos han muerto otros desaparecerán y no queda nada de algún testimonio para escribir la historia. De modo que esta entrevista tendría como propósito recoger algunas impresiones de tu propia voz para el futuro y que la gente sepa, que el pueblo sepa, quiénes eran los hombres que sacrificaron todo para llevar a cabo la lucha liberadora en Nicaragua. Empecemos porque nos contés dónde naciste.

Germán: Nací el 17 de agosto de 1937 en El Viejo, departamento de Chinandega, del cementerio una cuadra al Norte, cuadra y media al Este.

RV: ¿Quiénes eran tus padres?

Germán: Bueno, viven todavía, hasta el momento:María Celia Pomares y Ángel Ordóñez; tengo dos hermanos de padre y madre (que son Pomares Ordoñez), soy el mayor y mi hermana menor es Carmela Pomares Ordóñez; y los otros son Ordóñez Pomares, todos son hijos reconocidos. Por los pleitos de mis padres, me llevaron a la escuela a los siete años (y ahí) me pusieron Pomares (de primer apellido) y así me conoce todo el pueblo.

RV ¿En qué trabajaban tus padres?

Germán: Mi padre tiene una finca de la que él vive.

RV: ¿Siempre la ha tenido?

Germán: Sí, era una herencia que les dejaron, son tres hermanos ellos.

RV: Cuándo estabas pequeño, ¿trabajaste en la finca cuando ya era propiedad de tu padre?

Germán: Sí, hasta la edad de once años; yo me fui a vivir con él hasta la edad de catorce.

RV:¿Antes vivías solo con tu mamá?

Germán: Sí, sólo con mi mamá. Salí de la escuela ya de tercer grado y para salir a trabajar con ellos porque las entradas económicas en la casa eran (muy pobres) me sacaron de la escuela para que fuera a cortar ajonjolí, arroz con mi abuelo materno y mi mama.

RV: Entonces ¿vos no te criaste con tu papá y tu mamá, sino que con tu mamá nada más?

Germán: Sólo mi mamá.

RV: ¿Y hasta qué grado llegaste con la escuela?

Germán: A tercero.

RV: ¿Qué edad tenías?

Germán: Yo tenía diez años, andaba sobre once.

RV: ¿Y recordás cómo era la situación (económica) en aquel entonces?

Germán: En el aspecto económico era muy terrible, pues como (le pasaba a) todos los muchachos del barrio, a veces había para el desayuno, (y) se iba a la escuela desayunado; a veces no había. Y como uno siempre sentía deseos de ir a la escuela pues se iba (a) como sea.

RV: ¿En qué trabajaba tu mamá?

Germán: Le gustaba mucho la agricultura. Mi abuelo siempre alquilaba terrenos. (Unas veces (inaudible), Osvaldo Díaz les alquilaba dos o tres manzanas para sembrar maíz; él arrendaba así lotes de terreno; la agricultura en ese tiempo no estaba todavía tecnificada sino que se limpiaba la tierra a machete y se araba con bueyes.

RV: Tu mamá entonces, ¿trabajaba en la agricultura?

Germán: Sí, trabajábamos. Ya cuando crecí, yo le ayudaba.

RV: ¿A qué edad es que comenzaste a trabajar en la agricultura?

Germán: Desde muy pequeño, desde que tenía siete años iba a ayudarles a ellos a guiar bueyes, a ayudarles a la siembra hasta que entré a la escuela que ya no iba a ayudarles, como te dije ahí salgo de la escuela porque...

RV: ¿A qué edad entraste a la escuela?

Germán: Cuando estaba en la escuela no les iba a ayudar; hasta cuando ya salí de la escuela si ya trabajaba más con ellos; entonces ya las tierras (para alquilar) se hallaban muy poco (porque) ya empezaba la siembra de algodón y ya no alquilaban terrenos para sembrar a los pobres que les gustaba la agricultura.

RV: ¿Entonces te fuiste a cortar ajonjolí?

Germán: Ajonjolí, arroz en todas esas haciendas de alrededor Toro Blanco, El Carmen.

RV: ¿Y cuánto te pagaban en aquel entonces?

Germán: Bueno, como yo siempre trabajaba con mi mamá me ganaba una cochinada, unos cuatro o cinco pesos al día, (me pagaban) por quincena.

RV: ¿Te acordás a qué escuelas fuiste?

Germán: Fui a la escuela pública que había en El Viejo.

RV: ¿Recordás a tu maestra?

Germán: Sí, mi primera maestra de la escuela fue la Rosa Virginia Trejos, en kínder.

RV: ¿Qué ejemplo tenés de ella?

Germán: Era muy buena maestra con todos los alumnos. Después, en primer grado fui con el maestro Boniche, todavía vive; después a segundo grado fui con una hija de Boniche, la Dora Boniche y a tercero con José María Prieto.

RV: ¿No tenés ninguna idea de cómo era la situación política en ese tiempo?

Germán: Lo que pasa es que en mi casa mi abuelo había sido chamorrista2 pues entonces eran conservadores en la casa; prácticamente desde que tengo uso de razón ya opinaba de ser antisomocista porque mi abuelo y mi mama lo eran.

RV: ¿Vos recordás qué pensabas ser vos cuando fueras grande?

Germán: En ese tiempo claro que todo chavalo lo que pensaba era aprender un oficio; me gustaba la carpintería, la mecánica. Ya manteniéndome solo, he trabajado como ayudante de mecánica.

RV: ¿Cuál fue el primer oficio que aprendiste después que saliste de la escuela?

Germán: Bueno, técnicamente ningún oficio, o sea manejando tractores en la agricultura... (inaudible) (00:0 8:09)…

RV: Y después de que saliste de la escuela y cortaste algodón, ¿qué más hiciste?

Germán: Cuando salí de la escuela a cortar ajonjolí, arroz, después me fui a vivir con mi papá tres años y después, como él tenía otros muchachos y yo era el mayor, la verdad todas las cosas me caían a mí. Si le daban quejas, quien las sufría era yo; entonces, por eso fue que decidí a los catorce años irme de donde él. Me fui para una hacienda de Pancho Meniccucci; ahí trabajé más de dos años arreando ganado como campisto, curando animales en el sitio…

RV: RV: ¿Era una hacienda grande?

Germán: Sí, una finca lo bastante grande llamada La Trinidad en Cuatro Esquinas de Amayo.

RV: ¿Cuántos animales había ahí?

Germán: Había como ciento cincuenta animales.

RV: ¿Y cómo cuánto te pagaban?

Germán: Ahí me pagaban tres pesos diarios.

RV: ¿Era suficiente?

Germán: Yo solo me mantenía con eso.

RV: ¿Con la comida y la dormida incluidas?

Germán: Sí.

RV: ¿Y el trato cómo era ahí?

Germán: Bueno, como en todas las haciendas: cuando están tranquilos te tratan bien, cuando están arrechos te tratan mal; ahí acabé de crecer, pues un día ya no le aguanté una perreada al viejo ese y me fui para mi casa y…

RV: ¿A qué edad ocurrió eso?

Germán: Dieciséis años.

RV: ¿Y después qué hiciste?

Germán: Trabajar. Ya estaba bien entrado el (cultivo del) algodón; (trabajaba) deshierbando algodón y cortando en noviembre; y en diciembre la aporca de arroz que había en las haciendas de Toro Blanco, El Bálsamo…

RV: ¿Eso es cerca de León?

Germán: No, (cerca) de El Viejo.

RV: ¿Y El Viejo que era en ese entonces? ¿Cuál era su actividad comercial, económica fundamental?

Germán: La mayoría del pueblo es trabajador del campo, obreros asalariados del campo.

RV: ¿Y tus amigos eran todos de ahí?

Germán: Sí, todos.

RV: ¿Y en ese entonces todavía no te preocupabas por la política?

Germán: Sí, claro, ya entendía más, pero siempre con la cuestión de los conservadores. Por ejemplo, para las elecciones de 1957, de Luis Somoza. Cuando mataron a Tacho (Anastasio Somoza García) en 1956, yo trabajaba en una hacienda de los Mántica que se llama El Portón. Nos dio mucho disgusto a todos porque (por la muerte de Tacho) no nos pagaron y nos tocaba pago ese sábado; todos los trabajadores estaban arrechos porque no les habían pagado. Después, como decretaron Estado de Sitio, nos pagaron en la hacienda, porque no nos dejaron ir al lado de Chinandega que era donde nos pagaban.

RV: ¿Recordás los sucesos del 4 de abril de 1954?3

Germán: Muy vagamente.

RV: ¿Lo que sí recordás es la muerte de Somoza?

Germán: Ya de la muerte de Somoza sí.

RV: ¿Y qué impresión te causó?

Germán: Prácticamente no me dio ni alegría ni tristeza, absolutamente nada. Ya después sí. Un año después, en las elecciones de 1957 de Luis Somoza, ya podía votar pues ya era mayor de dieciocho años.

RV: En 1957 vos tenías veinte años.

Germán: Si, andaba sobre veinte años.

RV: ¿No tenías mujer todavía?

Germán: No. Ahí nomás en 1958 asistí a la primera reunión política en la que se formó Juventud Conservadora en El Viejo. Ahí en esa reunión yo me acuerdo de casi de toda la gente que participó. El que era líder en El Viejo, del Partido Conservador, era Victoriano Arteaga, que lo mató un guardia (el 19 de enero de 19644), es conocido su caso; Cristóbal Guido, que salió Secretario de la Juventud Conservadora en la casa de los Núñez, de la Perfecta Núñez; otros que asistieron fueron Leonardo Tercero, Narciso Tercero, Manuel Guevara, todos del barrio.

RV: ¿Qué quisieron ustedes que se diera con eso?

Germán: Bueno, era estar organizados, organizar a la juventud opositora al régimen. Pero ya para 1958 ya se hablaba de que había que ir a la guerra contra Somoza.

RV: ¿Quién era el que decía eso?

Germán: Victoriano Arteaga. Nos reunía y nos hablaba de que había que luchar para botar a Somoza, pero eran reuniones secretas en ese tiempo, ¡claro! Todo mundo vivía pensando... Y ya nos reunimos como quince o dieciséis, no me acuerdo exactamente el número de los que iban a participar. Pero fue hasta abril de 1959 que nos llamaron. Pero de todos los que habían llamado para venirse a Costa Rica para ingresar en el Movimiento que se llevó a cabo en Olama (y Mollejones) sólo venimos diez de El Viejo. Entre ellos venían Dolores Díaz, Manuel Guevara, Leonardo Tercero, Raúl Sandoval, Narciso Zepeda. Veníamos con Luis Venerio Plazaola, que era el líder departamental de los conservadores.

Estuvimos en una casa de Managua, del Teatro Salazar media cuadra arriba (en la casa) donde... ¡no me acuerdo el nombre! (Tal vez) me acuerdo después. Ahí escuchamos una discusión de Luis Venerio con los líderes de Managua (que estaban preguntando) que de dónde procedían esos muchachos, que quiénes eran. Entonces, Luis Venerio les dijo que era gente del pueblo, antisomocistas que querían luchar y que se habían presentado voluntarios para venirse a Costa Rica para ir a combatir al régimen; entonces les dijo que no, que no era todo tipo de gente la que estaban sacando de Nicaragua para venirse aquí, sino que eso ya estaba arreglado qué clase de gente iba a venir. Esta conversación tuvimos la oportunidad de oírla. Al rato salió Luis Venerio y nos dio veinte córdobas a cada uno para que nos regresáramos a El Viejo y siguiéramos en los trabajos que teníamos.

RV: Cuándo decían que no era cualquier clase de gente, ¿a qué se referían?

Germán: Bueno, pues enseguida se vio la gente que llegó, que eran todos... ellos querían sólo "chicos bien", gente de dinero era la que iba a participar pues y ya después se da cuenta uno de que ellos creían que iba a ser una huelga general dentro del país y que ellos iban a entrar marchando a Managua. Pero de eso nos dimos cuenta hasta después... Oímos esa conversación de que no era a cualquiera que estaban sacando para venir a Costa Rica e ir a entrenarse donde se estaban entrenando para ir a Nicaragua5.

RV: Y eso de los de Olama, ¿cuándo fue exactamente?

Germán: Fue en mayo de 1959.

RV: ¿Para ese tiempo ya estaba la Juventud Patriótica?

Germán: Comenzaba a formarse Juventud Patriótica.

RV: ¿Vos no participaste en esa...?

Germán: Es que Juventud Patriótica estaba formada solo en Managua prácticamente, en la parte de occidente no. De ahí, después de eso, nosotros quedamos sin contacto complemente con los conservadores; había manifestaciones y todo eso y no asistíamos. Después ya viene la bulla de El Chaparral6.

RV: ¿Cuándo fue eso?

Germán: Eso fue en julio de 1959 y la entrada de las bullas que se oían en el Norte, entra el periodista Manuel Díaz y Sotelo7, entonces nosotros buscábamos cómo hacíamos. Mucha gente en El Viejo quería irse para Honduras porque creíamos que la cosa era encontrarnos fácilmente. Pero nosotros no nos movimos porque en ese tiempo también ya comenzamos a hacer contactos con universitarios que nos decían a nosotros que había que ir a la lucha.

RV: ¿Entre ellos quiénes estaban ahí?

Germán: Entre esos universitarios estaba el doctor Jaime Fajardo, otro muchacho que trabajaba en la Radio Occidental de Chinandega, y varios más. Me llevaron a un club una vez pero el club era en el fondo una mampara, pues se aprendía a manejar (fusiles) Gárand, (ametralladoras) Thompson y pistolas (calibre) 45. Esa vez ya solo asistimos tres: Cristóbal Guido, Narciso Zepeda y yo, y volvimos a salir.

Después, en otra reunión, nos dimos cuenta que ya se estaban preparando, para (el ataque a los cuarteles de la Guardia en Diriamba y Jinotepe el)11 de noviembre (de 1960); se dijo que se iban a llevar bastante armas para el asalto al cuartel de Chinandega, que iba a ser un asalto en cadena de todo el país. Tal pues que eso se quedó así; se dio la bulla del 11 de noviembre y a nosotros no nos llegaron las armas nunca. Más bien las que yo tenía en mi casa, que eran un Gárand y una Thompson, las llegaron a traer y no volvimos a saber más nada de ellas. Y hacíamos reuniones locas un montón de amigos. Por ejemplo, en El Viejo entrenamos y enseñamos a manejar Gárand y Thompson a alrededor de unas treinta personas que ahí están todavía, están vivos, han colaborado en este momento con el movimiento revolucionario, muchos otros han estado presos8.

RV: ¿Y en ese tiempo la represión no era muy dura? ¿Cómo era que trabajaban en ese tiempo?

Germán: Bueno, nosotros no la sentíamos, incluso a veces abusábamos demasiado. Por ejemplo, esas dos armas las mantenía en mi casa dentro de un cofre; ahí las tapaba con un Cristo y cosas así. Salía con ellas a tuto, metidas dentro de un saco, para unos potreros o fuera de los potreros de San Jerónimo e íbamos... mucha gente iba los domingos, especialmente nos íbamos a meter al monte a estar armando y desarmando el Gárand, la Thompson.

RV: ¿Siempre con Chicho?

Germán: Sí con Narciso Zepeda, Aurelio Núñez, un compañero que está firme todavía y muchos señores de ahí que los sobrinos ahora han respondido.

RV: ¿En ese tiempo vos no habías oído hablar del Partido Socialista ni de los sindicatos, ni de lucha sindical ni nada de eso?

Germán: Del todo, del todo. Había oído de la huelga obrera de los obreros de la construcción en 60 y nos daba mucha alegría saber que los obreros estaban reclamando más aumento de salario. Incluso nosotros habíamos hecho una huelga en una desmotadora que la ganamos pero se la robaron.

RV: ¿Cómo fue esa huelga?

Germán: Hicimos una huelga porque nos despidieron habiendo materia prima para trabajar. Entonces fuimos (a buscar) al abogado Noel Pereira Majano, lo nombramos para que nos llevara el caso. Entonces, cuando ya el caso está concluido pues la empresa no tiene qué exponer porque todo se le ha agotado, incluso los mismos declarantes habíamos llevado al Juez del Trabajo a que fuera a ver que en realidad había materia prima todavía en la empresa y que nos habían despedido sin preaviso, vacaciones ni nada, entonces ellos (los patrones) dijeron: "Ya no, ustedes no tienen más trabajo, ya se recortó el personal". Nosotros no nos fuimos. Pero como se acerca Semana Santa, los patrones llevan (al abogado) Noel Pereira y al Juez de El Viejo, que se llama Gustavo Guerrero, y entonces los compraron. Después de Semana Santa dieron el fallo y dicen que no teníamos derechos, que el juicio lo había ganado la empresa.

RV: ¿A cuántos obreros despidieron?

Germán: Eran sesenta.

RV: ¿Cuál era esa desmotadora?

Germán: Se llamaba UDA entonces (Unión de Agricultores) y hoy se llama MONTOSA.

RV: ¿Y en qué año fue eso?

Germán: En marzo de 1960, ya había pasado la gran huelga de los obreros de la construcción en Managua.

RV: ¿Y después de lo del 11 de noviembre?

Germán: Quedamos en contacto con esa gente completamente, pasa todo el año 1960. No: ya para la misa de año de la masacre de León (ocurrida el 23 de julio de 1959), ya conocí a Jorge Navarro que llegó delegado por la Universidad, con la representación universitaria y con él comienzo a platicar y también comienza a platicar con él Cristóbal Guido.

Pasó todo 1960. Entramos al año 1961 y entonces se dan cuenta de que nosotros –por ejemplo Cristóbal, Narciso y yo– éramos Fidelistas porque enseñamos una colección de (revistas cubanas) Bohemia, siete Bohemias que teníamos desde días antes que triunfara la Revolución Cubana. (Había mucho material. Por ejemplo) cómo estaban juzgando el caso de (Jesús) Soza Blanco (criminal de guerra al servicio de la dictadura de Fulgencio Batista); lo teníamos todo, cómo lo juzgaron y todo hasta que lo fusilaron.

RV: Entonces ¿ya estaban al tanto ustedes de lo que pasaba en Cuba?

Germán: Sí, de lo que pasaba en Cuba. Entonces, de ahí es que ya nos siguieron visitando estos muchachos universitarios y en marzo de 1961 me propusieron a mí y a Cristóbal Guido, que si queríamos ir a Cuba a pasar el 26 de julio... por simplemente así.

RV: ¿Quién fue el que te propuso (la lucha armada)?

Germán: Jorge Navarro y el doctor Miguel Jarquín, que es un doctor de El Viejo, casado; entonces yo le dije que sí, que cómo iba a ser. Entonces me dicen: "bueno, si vos te ponés en Honduras... ¿te podés poner en Honduras vos con tus medios o costear tus gastos hasta Honduras?" –¡Claro!", (les dije yo). Todo ese año me fajé trabajando en una desmotadora, en La Virgen, vaciando costales, llenando semillas y así entramos a mayo.

Cuando la invasión de Bahía de Cochinos (abril de 1961) ahí sólo habíamos tres (simpatizantes de Fidel), mientras cien personas estaban llenando semillas. Teníamos fe ciega de que la Revolución no la destruían, porque allá (en Nicaragua) las únicas noticias que se oían eran las que daban la radio de los cubanos (gusanos). Los apuntadores, los capataces (en la desmotadora) nos hacían burla: "estos fidelistas ya los van a bombardear..." Y nosotros no teníamos temor, nos manteníamos pues... que eso era difícil. Chicho (Zepeda), que era apuntador, yo que trabajaba llenando costales y prácticamente los cuatro que trabajaban conmigo pues apoyaban pero muy, muy miedosamente. Tal vez yo cometía el abuso de gritar demasiado, porque como decían que el Che se había se había suicidado, que Fidel se había asilado, entonces yo decía: "no, quedan más dirigentes". Lo sabía a través de Bohemia, que quedaban otros, hablaba de Raúl, de Juan Almeida y de todos los que habían ahí y ya después cuando los controlaron (a los invasores), entonces la cosa fue a favor de nosotros: "¿Ideay? ¿No era esa la gente que iba a botar a Fidel?", y les hacíamos burlas como cuatro nosotros a un montón, especialmente a los muleros, los capataces, los empleados de la fábrica.

Ya después de mayo, que terminó la llena de semilla, me fui a trabajar a una hacienda de Alfonso Callejas, ahí me dieron trabajopara que jugara béisbol con el equipo que había en la hacienda y que participaba en ligas rurales; bajaban los equipos a jugar y como yo era de la comarca San Rafael, donde mi papa, iba a trabajar ahí e iba a dormir a la finca donde mi papa. Entonces, en los primeros días de julio, me llegaron a decir: "¿Bueno, están listos para el viaje que te había dicho a Cuba? ¿Te podés trasladar a Cuba?" –"Sí, les digo. Yo tengo recogidos trescientos córdobas esperando que me dijeran. Ni los he tocado. ¿Entonces qué necesito?" –"Andá sacá tu pasaporte pues", me dicen.

Cuando me vieron con el pasaporte me pusieron una cita en el Parque San Juan, en León, y les digo: "bueno pues, ¿qué necesito comprar?" "Comprate unos tres pantalones y tres camisas, ropa interior y todo y nosotros te podemos decir de cuánto; comprá ropa fina para viajar". Entonces me compré la ropa y me dieron una contraseña para que me fuera a Honduras; saqué mi pasaje en SIRCA9, pero no salió (el autobús de) Sirca y me fui en un microbús que va hasta Somoto y de ahí de Somoto agarré una camioneta hasta la frontera y me la crucé a pie para no pagar. De ahí me fui a dormir a San Marcos de Colón (Honduras), y de ahí salí el 14 (de julio) a las cuatro de la mañana para Tegucigalpa.

Como a las diez de la mañana que llegué a Tegucigalpa –tal vez antes– llamé a la persona que me decían que llamara con la contraseña que me habían dado y me preguntan en qué habitación estaba en una pensión ahí en Tegucigalpa, la pensión San Isidro, que valía un Lempira la dormida entonces. Como a la una de la tarde yo estaba dormido en la habitación que me habían alquilado, cuando golpearon la puerta. Me habían dicho que quién me iba a llegar a ver era Carlos Fonseca; entro y le pregunté que si era él, que cómo se llamaba y entonces me dijo que se llamaba Valentín, ese era el nombre que me habían dicho usaba Carlos Fonseca.

Entonces me pidió el Pasaporte. Se lo enseñé. Me dejó unos quince lempiras y me dijo: –"Bueno, estate aquí. Pasado mañana vamos a comenzar a dar las vueltas". Después ya me dio un dinero para que fuera a sacar la visa al consulado de México. Llegué, dejé el pasaporte y al siguiente día lo llegué a traer ya visado. De ahí me fui a San Pedro (de Sula) para que me vacunaran. Luego, ahí le di el pasaporte otra vez a él (a Valentín) y ya las vueltas las hicieron Francisco Buitrago, que estaba ahí, y Silvio Mayorga, y me lo llevaron a los dos días para que viajara a México. Ese día también me llevaron un saco (traje) con el cual viajaría, el 18 de julio de 1961.

Llegando a México, nosotros íbamos escasos de dinero y nos fuimos a la casa de la doctora (Concepción) Palacios en México. Francisco Buitrago viajó al siguiente día para Cuba y ya nos mandaron los pasajes; nosotros sólo fuimos (a la oficina de) Cubana de Aviación a decir que estaban a nombre de nosotros. El 25 de julio viajé con Alberto Buitrago, hermano de Francisco, hasta La Habana.

RV: ¿Y Cuba qué impresión te causó?

Germán: Pues fijate que claro esa era una cosa que yo tenía... yo estaba de acuerdo con la Revolución pero yo oía hablar de la revolución comunista y yo creía que no circulaba el dinero. Cuando llegamos al Hotel Riviera, quien nos recibió fue Noel Guerrero. Yo lo conocía como viejo sindicalista del partido (Socialista); fue sindicalista de los obreros petroleros en México, él trabajó en petróleo pero estaba allá (en Cuba) hablando de que estaban organizando la revolución para Nicaragua. En ese tiempo el pueblo cubano compraba los bonos que llegaban a vender (Noel y sus compañeros, para financiar la lucha en Nicaragua) y una vez, en una fábrica donde Rigoberto Palma venía bonos, un sábado, en un rato que salieron los obreros de trabajar, pa, pa, pa, los vendimos todos, ¡como trescientos bonos vendimos a peso (cubano)! La cosa es que cuando llego nos dicen: "¿ustedes no han cenado?" "No", dijimos. (Y nos dicen) "Si nos metemos a cenar aquí al comedor del hotel aquí, es tardado. Vamos a ir aquí a una cafería". Nos fuimos a una cafetería que estaba cerca, ahí por el Malecón, y compramos un sándwich y un refresco y yo me lo como rápido, esperando a ver cómo era que íbamos a pagar. Entonces yo miré que sacó dinero y pagó (inaudible); ahí comienzo a ver ya la cosa distinta.

Al siguiente, día 26 de julio, nosotros fuimos invitados por el ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos), y nos llevaron a la tribuna a la concentración; pude estar ahí pues en presencia y causa. A la hora que aparece Fidel en la tribuna, los gritos de la gente coreando "¡Fidel!" Y él saludando a todos los militantes. Todo mundo se hacía pelota ahí para estrechar la mano de Fidel, y él recorriendo toda la orilla saludando a dos manos a todo mundo.

Ese mismo día, espero el discurso de Fidel y el de (Yuri) Gagarin10, que estuvo en la tribuna y que ese día había llegado (inaudible). A las diez de la noche salimos para Playa Larga, donde había sido el combate en Bahía de Cochinos. Ahí pues claro comenzamos a ver los destrozos que habían hecho los bombardeos de los mercenarios que llegaron a invadir. Nos comenzaron a explicar. Ese día (en Playa Larga) yo no fui a la tribuna, sino que me quedé entre la masa, entre el pueblo.

RV: ¿En cuál?

Germán: En el acto del 27 de julio.

RV: ¿Pero en la tribuna del acto del 26 sí?

Germán: El 26 estuve en la tribuna, pero el 27 no. Estuve entre el pueblo platicando con toda la gente, muy alegres platicaban conmigo, preguntaban queriendo saber noticias de Nicaragua, me invitaban a refrescos aquí y allá diciendo que sí, que no... que cuando se comenzara la lucha en Nicaragua que ellos iban para allá... y tal que me perdí. Me había montado en una guagua (bus) que iba para otra parte y cuando yo dije: "¿Y está guagua para dónde va?", "¡Ah! –dicen– va para Las Villas", creo que me dijeron. "¿Y usted para dónde va?" me preguntan. –"Yo voy para La Habana". "¿"En qué anda?", me preguntan. "Yo soy invitado del ICAP", y enseñé la tarjeta que me habían dado como invitado del ICAP. Entonces se paró la guagua y pararon un carro de la milicia, un jeep, y me llevaron donde estaban las guaguas que iban para La Habana.

Después de eso, me hicieron una invitación para ir hasta Santiago de Cuba. (Primero) nos fuimos a la Universidad Central de Las Villas, (luego) al Hotel Internacional donde fue el último combate de la rendición de la tiranía en Las Villas, (y vimos) el tren que había descarrilado el Che para la toma del último tren blindado. De ahí seguimos a Santiago y regresamos como a los diez días. Estuvimos en (donde estaba) haciéndose la ciudad escolar camino a Cienfuegos, al pie de la Sierra. Después que venimos de ahí, ya en agosto, nos invitaron a un almuerzo con Fidel en el (hotel) Río Cristal con otros invitados. Ya ahí había conocido y me había hecho amigo del Coronel Santos López, el único sobreviviente de la noche que mataron al General Sandino.

RV: ¿Estaba en ese momento en Cuba?

Germán: Sí, había llegado también,lo había invitado Carlos (Fonseca) en Honduras y había llegado primero que yo. De ahí comenzaron a preguntarme que dónde trabajaba, y yo les dije. (Santos) era un señor bien humilde. Y ya me comenzó a hablar de la lucha en Nicaragua, que él se había salido para conocer la revolución cubana pero que él quería dejar sus últimos días aventando tiros como se dice.

A mí se me hizo un problema la salida de Cuba (porque) el embajador mexicano en Cuba no les daba visa a los nicaragüenses para entrar a México de vuelta y así fue como estuve hasta el 6 de febrero, ya de 1962.

El 4 de febrero fue la Segunda Declaración de La Habana, cuando expulsaron a Cuba de la OEA. Después de la reunión de Punta del Este (Uruguay), hubo la Conferencia de los Pueblos Revolucionarios y claro asistí como delegado, porque era del grupo que estaba (en Cuba). El resumen lo hizo Salvador Allende11 en el Teatro Chaplin.

El 6 de febrero salí para México de tránsito; llegué a las seis de la tarde y salí de ahí a esa hora para adentro de Ciudad de México y a las siete de la mañana (del día siguiente) estaba en el aeropuerto otra vez para salir.

En el aeropuerto, claro, al entrar estaban unos contrarrevolucionarios en el aeropuerto. Me preguntaron que si venía de la famosa Declaración, de la famosa reunión de los pueblos. Les dije que sí. Ahí iba Eduardo Mora Valverde12 y su esposa, que también habían ido a la conmemoración. Ahí claro tuve un pleito verbal con los gusanos esos que estaban en el aeropuerto y últimamente saqué (un ejemplar del) periódico "Hoy" que llevaba dentro de la bolsa, les enseñé la concentración de la gente que había estado. Era una gran foto que salía en primera plana. El empleado que me atendió ahí en Migración me pidió un sello que no llevaba nada de Cuba, entonces le regalé una banderita cubana que me habían dado. La valija la llevaba llena de revistas, libros, etc. Claro en México no los perdí, pero llevaba un maletín colgado. También ese lo pasé en Honduras una parte, pero lo que llevaba en el maletín lo perdí.

RV: ¿En México?

Germán: No, al llegar a Honduras, ya el día siete de febrero, pero lo que iba en la valija no. Yo hice un truco ahí:se la di a uno, se la doy a otro, la cerré y cuando me preguntaron que si ya me habían registrado dije que sí; pero sí me abrieron el maletín y sólo logré pasar General de Hombres Libres, los dos tomos, y El Pequeño Ejército Loco13 y un Manual de Economía Política que traía en la mano, que ese no me lo podían quitar porque si me quitaban eso era (lo mismo) que también me dijeran que no fuera; entonces ese no me lo quitaron. Me dijeron que si no los quería perder que los fuera a reclamar a Seguridad Pública. Les pregunté dónde quedaba, saqué una libreta y apunté la dirección. Entonces me preguntan: "¿En qué hotel se va a hospedar?" Les digo: "bueno voy al Hotel Lincoln". El chofer me llevó hasta el Hotel Lincoln pero ahí agarré otro taxi y me vine a la Pensión San Isidro, pensando que me podían ir a buscar ahí, ya en Tegucigalpa.

Llevaba una dirección para buscar a Silvio y a todos los muchachos, al gordo Rosales y a todos los que estaban en Honduras, pero no los pude hallar. Me fui por mi cuenta para Nicaragua. Me fui a Choluteca y me fui a la casa de la mujer del Coronel(Santos López), y de ahí agarré una camioneta que iba hasta El Triunfo. Ahí le pagué tres lempiras a un muchacho que me dijo que él conocía la frontera, y ese me llevó hasta la orilla del río (Negro); ahí agarré para Somotillo y de Somotillo agarré una camioneta y me fui para Chinandega, que no tenía carretera, lo que había era un camino por El Jicaral, pero llegué bien a Chinandega, escondí bien todas las cosas y llegué a mi casa.

Ya el diez de febrero comencé a trabajar en una desmotadora; ahí trabajaba Cristóbal Guido y me consiguió trabajo con el gerente Justo Meléndez, que le daba trabajo a toda la gente, a todos los revolucionarios trabajaban ahí y que no les daban trabajo en ninguna desmotadora.

RV: ¿Justo Meléndez es el papá del compañero que murió?

Germán: Sí, Meléndez que murió en la montaña ahí en Carateras14.

RV: ¿Qué impresión te causó Fidel cuando te dio la mano?

Germán: Yo no sé. Uno ni sabe qué es lo que siente: uno se pone frío, caliente; es difícil. Por ejemplo: en (el hotel) Río Cristal, (me) parece que yo era el cuarto en la mesa donde almorzamos junto con él y a la par de él estaba otro, después estaba el Coronel (Santos López) y después del Coronel estaba yo, porque yo andaba con el Coronel en los actos y el Coronel siempre era el invitado de Fidel. Me di cuenta mucho de la lucha de los sandinistas porque como andaba con él solo, había un montón de periodistas corresponsales de revistas de Europa, de Argentina, de Brasil, que llegaban a entrevistarlo y siempre yo bajaba al lobby del hotel con él y así es como conocí más clara la lucha de Sandino y lo que habían hecho los yanquis en Nicaragua.

RV: Decinos algo de la personalidad del Coronel Santos López. ¿Qué edad tenía?

Germán: Para ese tiempo, ya en 1962, tenía cuarenta y nueve años. Todas las narraciones de él de la lucha sandinista, de lo que habían hecho los yanquis en Nicaragua, eso a uno lo hace adquirir más conciencia de lo que ha sido el imperialismo. Por ejemplo, en mi casa se decía que en tiempos de la ocupación –entiendo que era el tiempo de los gringos– se hacían tales cosas, esto y el otro, pero sin darme una explicación política. Como mi mama, mi abuelo, mi abuela hablaban de eso, pero yo no entendía que los gringos llegaron, no sabía que era una intervención en el país. Ya con todas esas explicaciones (del Coronel), las barbaries que vivieron en las montañas de Nicaragua y en todo el pueblo de Nicaragua, entonces uno claro termina odiando (a los gringos). Ya uno va adquiriendo conciencia de quién es su país, cómo ha sido y cómo ha sido maltratado toda la vida. Claro, la estadía en Cuba me ayuda (a comprender) de que los cubanos habían padecido de la misma cosa que uno, entonces uno ya adquiere una conciencia antiimperialista.

RV: Cuando regresaste a Chinandega, ¿qué actividades políticas realizaste?

Germán: Cuando regresé, para hacer algo, los domingos yo vendía en el pueblo el periódico del partido.

RV: ¿Qué partido?

Germán: Del Partido Socialista Nicaragüense. El que los vendía era Cristóbal y yo le ayudaba a vender el periódico.

Había un sindicato de oficios varios. Entonces me invitaron a que hablara ahí sobre la revolución cubana. Como yo había tenido mucho contacto con los campesinos cubanos y yo hacía muchas preguntas de adónde vivían antes de la revolución, qué hacían, entonces con todo lo que yo conversé con los campesinos cubanos en las cooperativas hice una especie de narración de lo que yo había platicado con ellos, cómo vivían, qué tipo de casas tenían, cómo sus hijos podían ir a la escuela sin que estuvieran metidos por ahí en un rincón, que ya en ese tiempo comenzaban a haber escuelas por todas partes y que los padres podían pedir una beca al Estado, al gobierno revolucionario, para que los hijos estudiaran. Y así...

Fue hasta en abril o en mayo que me mandó una carta el Coronel (Santos López) con Agustín Fuentes, que llegó a mi casa…

RV: ¿Agustín Fuentes el periodista?

Germán: No, Agustín Fuentes es un muchacho hondureño. Yo por casualidad lo vi porque yo estaba en la finca y llegué ese día y entonces me dice: –"Aquí le traigo una carta que le mandaron". Cuando vi la carta, la comencé a leer y abajo decía "El Chusema", que (en ese tiempo) los hondureños así le dicen a los campesinos, y como solo yo sabía que él le decía así a todo el mundo cuando se arrechaba: "Este chusema"15; entonces yo vi claro que era del Coronel. "¡Ajá! –le digo– ¿Que le dijeron?" –"Bueno, que se fuera conmigo". Entonces a esa hora pues agarramos una camioneta para la Villa Salvadorita16 y ahí tenía un caballo, comenzamos a caminar junto con la bestia en la noche. Cuando amaneció, estábamos ya cerca del Amatillo17 ratos él a caballo, ratos yo trotando a la par del caballo. Después, cuando ya cruzamos al otro lado en un lugar que se llama El Arenal, ahí agarramos otro caballo.

(Aquí la entrevista se interrumpe, el compañero Pomares sale a hacer un contacto y regresa por la tarde). La entrevista continúa de la siguiente forma:)

Germán: De ahí llegamos donde otro sandinista.

RV: ¿Ya estando en Honduras?

Germán: Sí, donde un señor Manuel (no me acuerdo el apellido ahorita) otro sandinista que lo conocía el Coronel (Santos López) que fue donde primero llegó el Coronel para que le prestara a ese muchacho (Agustín Fuentes) que era hijo de crianza de él y que me fuera a llamar a mí. Ahí dejamos los caballos y al siguiente día agarramos una camioneta que nos llevó a Choluteca. De Choluteca agarramos otra que nos llevó a Tegucigalpa y llegamos a una casa donde un abogado que el padre había sido sandinista hondureño y ahí estaba el Coronel Santos López, estaba Carlos Fonseca, (quien) no vivía ahí pero ese día me estaba esperando con él. Comenzamos a platicar ese día. En la madrugada del día siguiente el Coronel salía a reconocer un lugar sobre el río Patuca y ya me dieron una carta que se la llevara a Navarrito (Jorge Navarro) y un poco de recomendaciones que memorizara sobre lo que se iba a (hacer).

RV: ¿Dónde estaba Jorge?

Germán: Jorge Navarro estaba dentro del país, dentro de Nicaragua. Así fue pues que con el mismo muchacho (Agustín Fuentes) me volví para atrás; me llegó a dejar hasta la Villa Salvadorita y él se regresó ya con las bestias solo. Yo me fui. Llegó Navarrito a mi casa y le entregué las cartas y todo lo que llevaba y ya me dijo que si yo estaba listo para irme para la montaña cuando me mandaran a decir otra vez. "¡Pues claro!, –les dije– ¡estamos listos!"

Seguí trabajando ahí (en El Viejo), preparando tierras con bueyes, (en la finca de) Ramón Torres que no tenía tractor. Ahí los guardias me llegaron a traer una vez (se refiere a apresarlo).

Hubo una vez que iban a llegar unos contrarrevolucionarios cubanos a dar unas charlas en un cine en El Viejo, entonces (los compañeros) llevaron unas papeletas. Nosotros en la noche comenzamos a repartir todas esas papeletas tin, tin, tin. Entonces, en la mañana uno de los compañeros descubre…

RV: ¿Quién te llevó las papeletas?

Germán: Las llevó un muchacho que mandaba Jorge Navarro para que las repartiéramos en El Viejo. Entonces, como ya nosotros estábamos haciendo trabajo ahí, Francisco Trejos, un muchacho de Masaya pero que vivía en El Viejo, (los padres viven en El Viejo todavía), Narciso Zepeda y otro muchacho comenzaron a regar las papeletas en la noche, y yo por otra parte. Bueno, por donde quiera ¡hasta en las cantinas fuimos a meter papeletas! En el cine, antes de la película, anduvimos en varios asientos dejando un poco de papeletas. Y volvimos y pasamos por el cine cuando ya estaba cerrado y metimos más debajo de las puertas y dejamos en la entrada y por donde quiera y en todas las manzanas alrededor del cine. Pero de ahí viene la cuestión... de que dejaron hasta en la Casa Cural. El cura al siguiente día pues claro atacando, que iba a explicar la desgracia que estaba viviendo Cuba. Entonces comenzó una pesquisa y un día me llegaron a traer donde estaba trabajando, el quince de julio de 1962. Me montaron en un carro y yo casi ya (me escapo) porque bueno, llegaron preguntando por otro nombre. Me preguntaron que si mi nombre era Germán Castillo y les dije que no. Me dicen: "¿vos has estado fuera del país alguna vez?" Les digo: "No, yo nunca he estado fuera del país". Ya se iban a montar al carro cuando un viejano, se llama Leonardo Téllez Somarriba, que era el que andaba manejando, tío del Mayor (Rafael) Somarriba, que ahora es el pagador de la Guardia, le dijo al oficial: "Móntelo que éste es", le dice. Claro, él me conocía. Entonces fuimos a mi casa y hallaron un poco de cosas: un libro El trabajo del partido dentro de las masas, Cómo ser buen comunista, del hijo de Chagüitillo (Efraín Sánchez Sáncho), y una cartilla sobre Guerra de Guerrillas del Che.

Bueno me llevaron. De ahí de Chinandega me llevaron para Managua. Me salvé esa vez porque el guardia López que me tenía ahí, (vio que) ni me tenían en la lista de presos, pasé dentro de una celda. Pero vienen y me vuelven a sacar para interrogarme; los guardias no me han pegado ni un golpe ni nada, solo haciéndome preguntas.

RV: ¿En Chinandega?

Germán: Sí, en Chinandega. Entonces viene él (López) y llama a Róger Sandino a León para que llegara a torturarme, (pero) Sandino no estaba en León. Entonces llama a la Oficina de Seguridad y le dicen que me metan a la cárcel y que llegarán a traerme. Y dice el hijo de la chingada: "bueno, que le valga a este hijueputa, si no había necesidad de llamar a la Seguridad y yo llamé y ahora no le van hacer nada allá".

Como a las nueve de la noche me llegaron a traer y ya me llevaron para Managua. Ese día me llevaron a las Oficinas de Seguridad. Claro, ahí desde que me bajaron me metieron el primer cachimbazo, cruzando la calle me dejaron dormido de un golpe en la cabeza…

RV: ¿Con la mano?

Germán: ¡A saber! Yo sólo sentí un vergazo en la cabeza que ya cuando me recordé (desperté) estaba tirado en un colchón con las manos atadas. Bueno... y como yo no digo nada, me llevan para (cárcel de) La Aviación18, me metieron en la celda dos y comenzó (Rafael) Lola a interrogarme ya al siguiente día.

RV: ¿Lola quién es?

Germán: Un teniente Lola. Bueno me dejó un rato y después llegó por la noche. Me estuvo interrogando toda la noche. Claro, yo estoy negando que había estado en Cuba. Me sacaron las declaraciones de Sócrates Flores y de Alberto Buitrago que se habían metido legalmente al país y habían entrado por la frontera y entonces ya tuve yo que aceptar que era cierto que había estado en Cuba. Pero me preguntan en qué campo de entrenamiento había estado en Cuba, y yo les digo que no, que no había estado en ningún campo de entrenamiento. "Pero Sócrates dijo y este Buitrago..." –"Bueno pues –le digo– entonces les mintieron", porque si yo aceptaba eso significaba además... (Porque en realidad) no recibí ningún entrenamiento, sino que estuve ahí; tuve que manejar una Thompson, de Pedro Pablo Ríos y de Tomás Borge, un M-3, pistola 45, Gárand, rifles y así, viendo así, pasajero. Entonces yo acepté que había estado trabajando en una cooperativa. Como yo había estado en una cooperativa de los hermanos Paiz, entonces dije que yo trabajaba en esa cooperativa. Preguntaron si ganaba dinero ahí. "¡Claro! –les dije. Si era trabajador, me pagaban quincenalmente y cada quince días llegaba al Hotel Nacional (en La Habana) donde estaba viviendo.

Bueno. me dejaron libre. El primero de agosto, me devolvieron. Me encontré a un amigo de El Viejo que me dio diez córdobas y me fui para El Viejo y ahí me dejaron en paz. Me fui a trabajar siempre a la hacienda esa de Alfonso Callejas otra vez y el 10 de diciembre de ese año 1962 me mandaron a decir de que me fuera para Honduras.

Ya me fui con Éntimo Carías Andino y con Francisco Trejos. ¡Ah! Ya a Narciso Zepeda, Aurelio Núñez, Boanerges Santamaría y Leonardo Tercero los habíamos sacado, se les sacaron pasaportes y se fueron para Honduras y de ahí se iban a ir para Cuba, porque sí se sabía que iban a recibir entrenamiento. Pero no les dieron pasaportes sino que les dieron un permiso para ir a Honduras y se quedaron estancados en Honduras. Estando ahí estancados en Honduras, dijo el Coronel (Santos López): "Bueno, si no hay viaje y si ustedes quieren que los lleve para la montaña, me los llevo". Al saber que iban con el Coronel Santos López, se fueron los cuatro ellos para la montaña. Ahí permanecían los que habían estado con Alejandro Martínez: estaban Pedro Pablo Ríos, Faustino Ruiz (El Cuje), Bayardo Altamirano, (inaudible), Luis Fisher19, estaban un montón de muchachos buenos, buenos caminantes y más preparados ideológicamente. Todo el resto se había ido.

RV: ¿Los que habían estado dónde?

Germán: En la montaña en 1960, en Honduras. Con Alejandro Martínez estuvo Bayardo Altamirano, Pedro Pablo Ríos, Chico Toribio –nunca le supe el apellido–, "El Cuje" (Faustino Ruiz), "El Wiwilí" Daniel García, y Luis Fisher, un electricista que todavía trabaja ahí en León como electricista.

Claro, ya con toda esa gente se comenzó a hacer el grupo de la guerrilla de 1963 y se trasladaron a un lugar de Catacama20; yo llegué a un lugar del Río Guineo (afluente del) en el río Patuca. Eso fue el seis de enero cuando yo entré a la montaña, que salió Chicho Zepeda con unos granos en la canilla; era Leishmaniasis (lepra de montaña) y se le habían metido unos tórsalos. (Chicho) Nos llegó a dejar a la montaña y se regresó a la ciudad a seguirse curando; hasta que se curó volvió a entrar en la montaña. Ahí ya me encontré a Agustín Fuentes, el primer guía que me había llevado a Honduras, a Aurelio Núñez, a Cristóbal (Guido), a Boanerges Santamaría. Habíamos cinco de El Viejo y dos muchachos de Chinandega; entonces se comenzó a preparar la guerrilla, ahí tuvimos el entrenamiento de cómo se ponía una emboscada, la retirada, la voz de retirada.

RV: ¿Quién era entonces el Jefe Militar?

Germán: El que actuaba como Jefe Militar era el Coronel Santos López. Había otros que habían recibido entrenamiento teórico y explicaban la parte teórica. Pero la parte práctica la explicaba el Coronel. Por ejemplo: una patrulla que caminaba por un sitio sin saber en qué lugar estaba la emboscada, entonces ellos iban a la expectativa pero era difícil descubrirla; la emboscada siempre estaba bien enmascarada entre el monte y era difícil que la pudieran ver.

La vida ahí era dura, pues había veces llegaba provisión suficiente por el río y había veces que no llegaba; pero ahí había mucho que cazar: dantos, jabalíes, los monos; también río arriba había guineos, botábamos zapotes de los palos y los poníamos a madurar. Casi acabamos todos los monos que andaban en la región, donde como a cinco o seis kilómetros a la redonda no había monos, porque los acabamos, y había tendaladas.

RV: Se estaban preparando para la…

Germán: Sí, estábamos preparándonos.

RV: ¿Y cuál era el plan de la guerrilla?

Germán: El plan de la guerrilla era entrar al país, hacer contactos. Se sabía que había un grupo preparándose adentro, reconociendo zonas en el país donde nosotros íbamos a llegar y que ahí iba a haber provisión; que ellos, los de adentro, estaban haciendo una preparación de aprovisionamiento y reconociendo las zonas. Había unas catorce, quince personas; ahí estaba Ernesto Fernández, los (hermanos) Benavides.

RV: Esos eran los que iban a estar…

Germán: Esos eran los que estaban dentro del país; estaba Rigoberto Cruz, Jorge Navarro, que estaba de coordinador de la ciudad, y Carlos Fonseca que estaba en la región de Matagalpa, en la ciudad. Pero había un Villegas, que era el responsable en la montaña. Este Villegas se había subido a la montaña con la intención de hacer contacto con los campesinos y los finqueros opositores para que esos le prestaran la ayuda necesaria y para reconocer la zona. Prácticamente donde se pensaba operar era desde el norte, más al norte de Matagalpa hasta pegar al río Coco, pero este Villegas lo que dispuso fue hacer nada más un grupo guerrillero. Así fue entonces. Ahí estuvimos cambiando muchos campamentos.

En el río Patuca había treinta y pico de gente entonces. Estaba Santos López Gómez, que era el responsable militar, era el sobreviviente de la noche que mataron al General Sandino pues era uno de los guardaespaldas del General; Bayardo Altamirano, que era el encargado de la Comisión Política, y que daba charlas políticas al grupo; Silvio Mayorga, que era de los que habían organizado el movimiento desde afuera del país y era encargado de abastecimiento, entraba y salía del campamento, a dos días de camino, con Chicho (Narciso Zepeda) unas veces y en otras con El Cuje (Faustino Ruiz); el Chino Quant, que todavía no se había graduado pero operaba como médico; Modesto Duarte, que era responsable de una escuadra; Iván Sánchez; Mauricio Duarte, que era el responsable de la otra escuadra de retaguardia; Narciso Zepeda; Aurelio Núñez; Boanerges Santamaría; uno al que le decíamos Carioca, un apodo que él tenía desde en Chinandega y era hermano de Mauricio Martínez, el que mataron en León (el 23 de julio de 1959); Márquez, que era chinandegano, otro muchacho que yo no le supe el nombre, solo por Márquez lo conocimos; Agustín Fuentes, que era hondureño y fue el primero que me llegó a traer para entrar a Honduras; Pedro Pablo Ríos, de Ocotal, que ya había sido combatiente con Alejandro Martínez; Faustino Ruiz, también de Ocotal; Manuel Andara Úbeda, un médico muy famoso, especialista en ginecología; Antonio Escorcia; que fue chofer de Quintín, Pino Machado21, cuando estuvo la embajada cubana en Nicaragua; Francisco Trejos, un muchacho de Masaya pero que vivía en El Viejo; Víctor Tirado López; un mexicano que ya estaba con el Frente Sandinista desde que nació el Frente Sandinista; Cipriano, hondureño; el Chele Vicente Cálix, hondureño; Tito, otro hondureño; Pedro Sarmiento y Santos Morales, un sumito (de la etnia Sumu o Mayangna). Esta era la composición de los que me acuerdo ahorita, y yo que pertenecía a la escuadra de la retaguardia, bajo las órdenes de Mauricio Córdoba Boniche.

RV: De esos compañeros, ¿quiénes murieron ahí?

Germán: Vamos a explicar primero cómo fue la entrada, las discusiones que existían ahí. Por ejemplo, el Coronel Santos López quería que nos cruzáramos, que nos subiéramos a la cordillera que divide las aguas que van para Río Blanco (cerca de Danlí, en Honduras) y las que van para el río Guineo, y yendo sobre esa cordillera no tenemos que subir cuestas, porque vas en parte plana; cuesta arriba pocas veces pero son cuestas pequeñas. Pero Noel Guerrero era el jefe de todo el movimiento y entonces él dice que no, que nos vayamos a buscar una parte más angosta por el Atlántico. Noel llevó un mapa y así fue como convencieron al Coronel, quien estuvo a punto de salirse de la montaña. Primero le dijo que no, que al Atlántico íbamos solo a morir porque íbamos a caer en un lugar donde no conocíamos ni siquiera la lengua, que esa gente solo hablaba misquito y que ellos (Sandino y sus hombres) habían tenido duras experiencias con los misquitos porque le daban vuelta a los pipantes.

RV: En ese entonces, ¿qué papel jugaba Carlos? ¿No era dirigente?

Germán: No, no. Incluso a Carlos lo tenía muy apartado Noel.

RV: ¿No sabés por qué razón?

Germán: No, porque Noel prácticamente él quería ser el jefe de todo y no quería que hubiera alguien que tuviera argumentaciones para discutirle.

RV: ¿En ese entonces ya la organización se llamaba Frente?

Germán: No, todavía cuando estábamos en el río Patuca se está discutiendo cómo se le va a poner. Lo que pasa es que el Frente se va formando en el extranjero con el nombre de FUN (Frente Unitario Nicaragüense). Aquí en Costa Rica había una agrupación que se llamaba Movimiento Nueva Nicaragua y allá en Nicaragua había otra también; había otro movimiento Nueva Nicaragua en Venezuela, y entonces a todos los grupos los fue llamando Carlos para reunirlos en Cuba. Puestos en Cuba, decidieron que el nombre de la organización se le iba a poner adentro del país.

Efectivamente entramos al país y cuando llegamos al país, cuando estamos en el río Patuca (frontera con Honduras) se acordó ponerle Frente de Liberación. Pero la gente adentro quiere que se le ponga Fuerza Sandinista y Carlos apoya que se le ponga Fuerza Sandinista. Carlos había propuesto en Cuba que se llamara Frente Sandinista de Liberación Nacional, pero no prosperó porque Noel dijo que había que agrupar a todas las fuerzas de los nicaragüenses, (con el nombre) Movimiento Nueva Nicaragua.

Poquitos días antes de partir, llegó Chicho de Tegucigalpa con Jorge Navarro y Rigoberto Cruz; estos iban con la misión, los habían mandado desde Nicaragua, los compañeros que estaban a cargo del frente interno, los que estaban en El Viejo: José Benito Escobar,el Flaco Rolando Roque, y Carlos (Fonseca)22. Llevaban la misión de que le pidieran al Coronel un par de hombres con cierta experiencia en la organización de campamentos y de montaña, que ya tuvieran año y pico o sobre dos años de estar en la montaña, para que les ayudara a hacer un campamento y a reconocer zonas para recibir a la gente que venía de afuera.

Cuando ellos llegaron, llega también Noel, ya que vamos a zarpar. En ese tiempo nosotros teníamos un campamento la orilla del río que se llama El Portal del Infierno (afluente del río Patuca) porque es un raudal caudaloso. Ahí se hace la última discusión porque el Coronel no quería irse río abajo. El Coronel dice que si él se sale, (también) se va a salir un poco de gente y que enseguida lo van a acusar de haber saboteado el movimiento. El Coronel dice: "esta oportunidad para el pueblo de Nicaragua que tiene que luchar y está deseoso de luchar, no la voy a sabotear yo; entonces voy a ir aunque vaya a morir junto con ustedes allá". Así fue como el diez de julio hicimos viaje en un pipante grande y dos balsas que eran de la organización, río abajo.

RV: ¿Sobre El Portal del Infierno?

Germán: Sí. Era un río navegable con unos grandes raudales y arrancamos río abajo; a veces pasábamos tirados, pero había raudales que (los que íbamos en el pipante) nos teníamos que bajar, pero los de las balsas no tenían chance de bajarse y pasaban ahí tirados. Noel decidió que nos lleváramos a Navarrito y a Rigoberto Cruz.

Después de tres días de camino río abajo, llegamos a un lugar donde sacaron mapas; después atravesamos la montaña, dos días de camino, y salimos al Río Coco. Quince hombres de la vanguardia. A mí me pasaron a la vanguardia y pasé a formar parte de (la fuerza que) que iba a tomar Raití, y anexaron a Navarrito y a Rigoberto Cruz para tomar pipantes (en el Río Coco) y subir al resto de gente que quedaba abajo del río Blanco.

Bueno, y cruzamos. Llegamos, tomamos el pueblo sin dificultad pues no había guardias ni nada, era un pueblo abandonado por la Guardia. La mayoría de los habitantes eran de la religión Morava. Nos instalamos ahí, buscamos pipantes que tenían gasolina de motor y (los demás) se fueron río abajo. El 23 de julio de 1963 en la mañana, entró el resto de la gente. Estuvimos ahí hasta el 24. Ese día salimos de ahí río arriba, ya todos en tres pipantes, con la misión de llegar hasta Bocay. Llegamos a otro poblado indígena, Walakistan y como no llevábamos suficiente gasolina, entonces decomisamos al comisariatotoda la provisión que había ahí. Capturamos a un cacique (jefe político somocista) que era el que vivía masacrando a los indios ahí y lo llevamos, le quitamos la pistola y parte de lo que había en el comisariato se le repartió a los indios del lugar, un poco de provisión que no nos llevamos. De ahí se decidió que nos fuéramos 17 de nosotros en un pipante grande…

RV: ¿En esos pueblitos no había guardias ni nada?

Germán: No.

RV: ¿Y cómo se comportó la gente?

Germán: Pues claro alegres. Un poco temerosos al principio, los padres escondiendo a las hijas porque creían que éramos lo mismo que la Guardia. Después nos dimos cuenta que cuando llegaban ahí los guardias, el comandante de la patrulla, solo le mandaba a decir a los hombres que tenían hijas grandes, que las mandaran, para que fueran a dormir con los guardias porque ellos andaban ahí jodidos entre la montaña y que necesitaban una mujer. Todos ellos escondían a las hijas, pero nosotros les decíamos que no se fueran, porque teníamos rodeado el poblado, que no se preocuparan.

Al principio ellos creían que éramos guardias, pero ya después cuando miraron el trato, ya todas las mujeres y todos los pobladores muy alegres con nosotros, ya se les había quitado el temor, ya conversaban, ya comenzaron a hablar en español, porque al principio no querían hablar en español.

De ahí ellos (los otros guerrilleros), se pasaron a Cerro Grande en dos pipantes con el resto de gente y el 24 (de julio) nos fuimos 17 río arriba. El 25 de julio dormimos en una casa porque creíamos que no había hombres. (Entre nosotros) el que hablaba misquito era este Cipriano, que había vivido en el Río Coco, era nicaragüense-hondureño: vivía en Honduras y vivía en Nicaragua. Pero quién sabe qué clavo tenía (en esos días) que estaba viviendo al lado de Honduras. En todas las casas que preguntábamos por los hombres, decían que andaban trabajando en El Tuno, sacando leche de tuno para chicle y para gomas de neumáticos.

Llegamos a un lugar, estando ya a tres vueltas del Bocay, una mujer le dice en misquito a Cipriano: "¡Ah! ¡Ustedes son los guardias que andaban ayer en una avioneta! Entonces Cipriano llama al Coronel (Santos López) y le dice que en el pueblo vieron una avioneta (sobrevolando el día anterior) sobre el río. El Coronel dijo: "nos vamos a bajar del pipante, nos vamos a ir adelante y que dentro de una hora se vayan los pipanteros. ¿Hay gasolina?" –"Sí, si hay gasolina", dicen los pipanteros y el marcador marcaba mal. Después de una hora de camino, (el 26 de julio) nosotros encontramos huellas como que había estado gente acostada en la orilla y en eso un avión bombardero pasó bajito (sobre el río) Bocay levantándose. En ese momento nos alcanza uno de los pipanteros, ya con su mochila –porque nosotros nos habíamos ido sólo con los tiros y el arma– y el pipante no tiene gasolina. Pero (nos dicen que) dos mujeres que iban en un pipante, a palanca, al otro lado del río los habían adelantado. (Y ellos dijeron): ¡esas van a avisar (a la Guardia)! Entonces, el Coronel dice a Chichí, a Pedro Sarmiento, que era el más (el mejor) caminante: "péguese a la orilla de estas mujeres, a la orilla del río pero corriendo. Cuando esas mujeres crucen en la otra vuelta del río, tienen que buscar la corriente y cruzarse a este lado. Entonces las captura (para) que no sigan avanzando".

En eso nos alcanza Chente y dice que no hay gasolina. El Coronel manda a Tito y le dice: "dígale a la gente que se regrese, que vamos a levantar las mochilas. Pero ahí hay una cosa que viene, prácticamente un levantamiento entre el grupo, un grupo que quería irse…

RV: ¿Quería irse para dónde?

Germán: ¡Querían irse! Decían que iban a tomar Bocay, pero eso no lo oye el Coronel, sino que eso dicen cuando Tito les va avisar que se regresen; entonces Chicho se regresa con Tito, pero (los del grupo) agarran a Chicho y le dicen "no hombre, no te regresés; ya el Viejo se cagó" –dicen que le dijeron– nosotros vamos a ir a tomar Bocay". –"No hombre. –les dice Chicho– yo no me voy". Entonces lo encañonaron y le quitaron la carabina, y le dieron una pistola 38 para que no se viniera desarmado. Después, (Chicho) nos alcanzó prácticamente desarmado, con una pistolita, y ya nos dijo que ellos le dijeron que se iban.

RV: ¿Y quiénes se fueron?

Germán: Éramos diecisiete, se fueron diez. Se fue Mauricio Córdoba Boniche, se fue Iván Sánchez, Modesto Duarte, que era el jefe que eligieron; Chico Buitrago, Jorge Navarro, Pedro Sarmiento, Chico Trejos, Sebastián Montoya (que acaba de morir hace poco ahorita, lo mató la guardia en Ocotal a él y al papá)23. Diezse fueron.

RV: ¿Argüello24 iba ahí también?

Germán: No. Ahí se fue también Navarrito y se fue Rigoberto Cruz. Rigoberto Cruz dicen que él dijo: "bueno, si yo venía a traer dos hombres, pues ideay, si nos vamos diez pues vamos mejor". Pero Noel nos había dicho que teníamos otro contacto, que era este Vicente Casco que había llegado de Nicaragua y que nos iba a llevar al Coco. "De Bocay para allá yo conozco, –dice (Vicente)– hasta el Poteca; bueno conozco hasta donde nace el Rio Coco pero en el Poteca. Cuando yo me vine me dijeron que iban a llevar un abastecimiento ahí para entrar al país, pues de ahí (hasta) que llegáramos íbamos a ir sin provisión y que allí íbamos a entrar al país". Entonces viene el Coronel y le dice a Cipriano: "bueno, esta gente se fue. Dígale a Noel que vamos a cruzarnos al lado de Honduras, que vamos seis". Los seis que quedamos éramos el Coronel, Tito, Olivas –ese no lo había puesto ahí en la lista–, Chicho, Aurelio Núñez y yo.

Nos montamos una carga, nos cruzamos al lado de Honduras en donde comenzamos a caminar cerca del río, tanteando las aguas que van corriendo para el Coco. Nosotros no llevábamos brújula, no llevábamos nada; lo que pensamos es que siguiendo esas aguas que van para el Coco, nosotros llegábamos al Poteca, donde iba a estar el abastecimiento. Y los otros los que habían hecho el levantamiento, se van por el otro lado; ellos sabían que nosotros íbamos para el Poteca, pues sabían que ahí era el punto de reunión. El Coronel le manda a decir a Noel que se venga con la gente río arriba, que no estamos muy largo.

RV: ¿Noel dóndeestaba?

Germán: Noel estaba en Cerro Redondo, esperando que cuando recuperáramos los pipantes en el Bocay, lo mandemos a traer. Nosotros comenzamos a caminar el 26 de julio. Nos perdimos en la montaña, llovía mucho y como te había dicho había días que no caminábamos por que no sabíamos para qué lado íbamos a caminar. Nos subimos a unos filetes (montañosos) que no sabíamos a dónde estaba el norte ni el sur, ni nada. Cuando había sol sí poníamos puntos de referencia y decíamos: vamos a subirnos allá a aquel cerro". "Aquí vamos para occidente"... y así íbamos... rumbo al Poteca, rumbo al Este. Pues bueno, casi volvimos a llegar al campamento del río Guineo. Salimos ahí y reconocieron el lugar Chicho, Tito y Pedro Sarmiento, porque ahí ellos habían dormido y estaba la seña y habían andado cazando dantos y trayendo guineos. De ahí nos salimos otra vez, volvimos a subir al filete que divide las aguas unas para el Coco y otras para el río Patuca y nos bajamos del filete porque arriba no hallábamos comida, pasamos dos días sin comer.

RV: ¿Esa es pura montaña ahí?

Germán: ¡Pura selva, pura montaña salvaje! Entonces dijo el Coronel: "tenemos que bajarnos de este filete, porque aquí nos vamos a morir de hambre", y comenzamos a bajar el filete y a encontrar monos otra vez. En toda la ruta habíamos encontrado manadas de jabalíes. Hubo una vez que matamos siete jabalíes y nos quedamos ahí nos comimos los jabalíes, asamos la carne la echamos a la mochila y seguimos. Ahí encontramos monos después volvimos a encontrar jabalíes, matamos tres y seguimos.

Ya el 15 de septiembre, llevamos un reloj, encontramos la primer casa que conocía Vicente y (él) dice: "ahí vive el Gigante", un indio al que le decían Gigante, pero bien salvaje, grandísimo verdad. Él solo manejaba un pipante grandísimo, tenía una fuerza de elefante. Entonces dice (Vicente): –"aquí si vamos bien. Nos hemos salvado. Cuando salgamos de aquí hay un camino, que yo conozco quién vive en todos estos lugares, esta es la comarca de nosotros".

Bueno pues, cruzamos el camino un domingo. Iban unos amigos ahí: Desiderio Castillo y Gustavo García, que fueron enseguida nuestros aliados, que nos dieron de comer un montón de tiempo y de ahí llegamos donde don Toño Herrera, hermano de Daniel García y primo de Vicente Cáceres. A este Wiwilí (Daniel García) le habían dado dinero para que preparara la recepción pero se lo había bebido, lo había fregado el dinero y no había hecho nada. Pero (Toño) sí había hecho una abra (sendero), una picada ahí, con varios sandinistas, con viejitos sandinistas que vivían ahí. Nosotros prácticamente llegamos desnudos. A los tres días de estar ahí llegó Daniel García, que solo le decíamos Wiwilí, y el Coronel lo mandó con una carta donde don Ramón Altamirano y éste nos mandó ropa, zapatos y doscientos córdobas.

RV: ¿Desde Honduras ya?

Germán: No, de Estelí. El Coronel había mandado a este Daniel García desde el Poteca;, éste vivía ahí picando chicle, (trabajando) en la agricultura. Él se movía hasta Wiwilí y todo (ese sector). En Wiwilí agarró una camioneta y se fue para Quilalí, de ahí se fue a Ocotal y de ahí a Estelí, regresó como a los ocho días, ya con el cargamento de ropa y zapatos para nosotros y nos mandaba doscientos córdobas, que dicen que un hermano se los mandó para que fuera a Honduras, que ahí él estaba en contacto con gente de Honduras y una dirección para que encontraran a Rodolfo Romero o a Noel, que se había salido de la montaña.

Salieron Chicho y don Toño Herrera, iban en un caballo. Un rato cada uno a caballo. Cuando llegaron a Honduras nos mandan el pasaje (para) que nos salgamos a platicar en Honduras. Quien está a cargo es Romero. Salgo yo con Daniel García, detrás se va el Coronel y detrás del Coronel se van Chichí y Aurelio. Se queda solamente Tito ahí en la zona y las armas se las dejamos a los viejitos sandinistas. Nosotros vamos a platicar con esa gente pero vamos a regresar. Ahí estuvimos dos meses y en esos dos meses habíamos hecho un trabajo de reclutamiento de gente, y los hijos de los sandinistas y los viejitos esos, pues todos ellos, pues. Prácticamente ahí manteníamos una vigilancia; hicimos un campamento con vigilancia. De los seis nosotros ya solo estábamos cinco, porque se había ido Olivas, Olivas ese que andaba en Ocotal. Ahí se queda Tito y nos vamos nosotros. Llegamos allá a Tegucigalpa y Romero nos dice que nos vayamos para la casa porque el movimiento hay que reorganizarlo.

Nosotros sabemos que Romero tiene un dinero, que Noel anda dinero también. Pero Noel, ¿qué nos dice? Que el dinero se le había perdido en un río, que se le había ido la cartera. ¡Ni mierda!, Se lo había cogido. Entonces, nos dieron veinte lempiras a cada uno para que nos fuéramos para la casa. Ya hay diez presos en Honduras. Ahí están presos el Indio, Pedro Pablo Ríos, Bayardo Altamirano, el Chino Quant, Cristóbal Guido, Leopoldo Jaramillo –un muchacho campesino de ahí de Ocotal–, Santitos, Antonio Escorcia. Bueno, ¡nos vamos para El Viejo!

RV: Entonces en Honduras en vez de reorganizarse se...

Germán: ¡No, no! Más bien nos despacharon. Cada quien para su casa, porque el resto de la gente estaba presa y entonces ya nos dijeron que habían muerto cinco de los que se habían ido y que cinco estaban vivos, que ya tenían contacto con ellos.

Nosotros nos fuimos para la casa. ¡Ideay, decepcionados cogimos para El Viejo! Llegamos a El Viejo y Chicho se fue para Managua. Aurelio Núñez se fue para Managua y yo me quedé en El Viejo, no tenía a nadie en Managua y pues claro comencé a huir de la persecución de Luis Ángel López, cuando (los guardias) se dieron cuenta de que estaba ahí. Alfonso Callejas Deshón fue el que me denunció, de que él me vio. Yo llegué a la hacienda de él a buscar cómo trabajar, me dio trabajo y le dije que estaba en mi casa en El Viejo.

Y el día que le dije que estaba en mi casa, ese día me llegaron a buscar a mi casa. Agarré un caballo, me escapé y me fui para la finca (de mi papa) y comencé a huir en mi comarca ¡y quién me iba agarrar, si allí todo el mundo me conocía! Cuando llegaba una patrulla a andar ahí por las fincas merodeando me decían: "¡ahí viene la patrulla!" Yo me escondía y así estuve hasta que el Chele López mató a Victoriano Arteaga y a unos campesinos que trabajaban con Victoriano. Entonces destituyeron a López de (la jefatura de la Guardia Nacional de) Chinandega. Así pude salir yo a la luz pública y nos quedamos ya todo el año 1964 y 1965.

En 1964 (el 20 de junio) cayó preso Carlos Fonseca. (Yo estaba) sin hacer nada, pero en 1966 me llegó una carta de Carlos (que había sido liberado y deportado en enero, y había regresado a Nicaragua en marzo) donde mandaba a llamar a Chicho (Zepeda). Chicho se fue a verlo y le dijo que se estuviera con él allá en Managua, porque él acababa de entrar y no había hecho contacto. Se había metido al país sin que se diera cuenta nadie, ni que se diera cuenta José Benito (Escobar) ni Rolando Roque. Carlos me mandó hablar a mí (inaudible) del trabajo. Después mandó a Chicho para Costa Rica, que se cruzara (ilegalmente). Le dio un contacto de un amigo ahí en Rivas, ahí por Sapoá y se vino para acá a Costa Rica donde Santiago a traer unos libros y a traer unas armas (inaudible). Entraron las primeras armas y se comenzó a preparar la cuestión de Pancasán, en octubre de 1966; comenzó a subir la primera gente a Pancasán. Rigoberto Cruz solo salía a Managua y él estaba concentrado al lado del Kaskitas (montañas de Jinotega). Para ese entonces, Rigoberto Cruz estaba haciendo trabajo político en toda esa zona entre los campesinos, preparándolos y en octubre ya subió (a la montaña) Carlos Reyna, también como profesor, a un lugar de El Bálsamo, Uluse (zona montañosa, frontera entre Jinotega y Madriz).

RV: ¿Ya estabas vos arriba entonces?

Germán: No, yo estaba todavía trabajando en el Departamento (Ministerio) de Carreteras y Carlos dijo que si nos íbamos los dos era mejor; que solo Chicho estuviera trabajando pero que llegara a la casa. Chicho, cuando se perdía de El Viejo, decía que iba para donde su hermano a Managua o (donde) o el hermano menor que trabajaba en La Calera, que era perito agrónomo y veterinario, pero era que venía para Costa Rica o se iba a estar con Carlos en Managua.

Así fue como Chicho cayó preso el veintidós de diciembre (de 1966) pues iba con Constantito Pereira, que llevaba seis ametralladoras. Cayeron ahí por Sapoá y los metieron a la cárcel. Les habían metido (dictado sentencia) un poco de años (de prisión), pero salió con aquella amnistía que dio Lorenzo Guerrero después de la muerte (del Presidente René) Schick25. Salió y ya me mandó hablar Carlos, que estuviéramos listos para subir al monte, que él ya se iba para la montaña pero que en otro viaje que hubiera nos íbamos nosotros.

Así entramos al año 1967 (inaudible). En abril ya nos llamaron que nos fuéramos a la montaña. Chicho había salido en marzo de la cárcel y ya me mandaron la razón con él, cuando me mandaron a llamar. Dejamos desatendido un trabajo de reclutamiento que yo estaba haciendo en El Viejo. Nos dijeron que nos fuéramos los dos nosotros primero porque había que hacer un trabajo de preparación en el monte para que después se mandara a traer a la gente y ya después es el movimiento de Pancasán.

Ahí lo que se estaba haciendo al principio era reconocimiento de toda la zona donde se pensaba operar, para después pasar a otras zonas. Lo que empezamos a hacer son buzones de almacenamiento, de abastecimiento, enterrar leche condensada en una bodega que estábamos haciendo. Don Toño Rodríguez era de la idea de hacer la bodega de madera fina y de tabla que se llevaba y forrada con zinc. Entonces fueron escogidos Filemón Rivera, Carlos Reyna, Chicho, don Toño Rodríguez y yo para hacer ese trabajo.

Comenzamos a hacer buzones para esconder comida y haciendo ese trabajo es que nos salimos de la zona de operaciones y llegamos más cerca de Pancasán, de la zona de seguridad, porque ahí todos los campesinos sabían quién vivía, quién entraba a esa zona y todo, y vivíamos al tanto del trabajo. De ahí viene ya la cuestión de que se va a hacer un buzón al (cerro) Kirrawa y hacer un chequeo al poblado que está cerca, adelante de Muy Muy, en Matiguás.

Después de recorrer en dos días el Kirrawa y visitar algunos campesinos para que ayudaran con sus mulas para traer la carga hasta Matagalpa, fue cuando llegamos a Matiguás, nos metimos al pueblo, lo conocimos y salimos. Cuando nosotros íbamos de camino, detrás iban don Toño Rodríguez, Chicho y El Tigre del Cerro Colorado (Nicolás Sánchez) y fueron a dormir al pueblo.

Ya se pensaba comenzar a operar. Pero cuando nosotros salimos y llegamos al campamento, cuando ya estamos ahí ya en Pancasán, estábamos mal ubicados porque estábamos dentro de una zanja, a la orilla de un río; nos abastecíamos de la comida (que) la hacían en una finca. Entonces, es cuando llega una noticia de la ciudad, la lleva Rolando Roque, que no se mueva nadie de ahí porque ellos, la gente que está en la ciudad, prometen reforzar el armamento dentro de quince días y el que estaba de responsable era el flaco Roque. Entonces hay una discusión (entre) por ejemplo los que componían el Estado Mayor, Carlos, El Ronco (Oscar Turcios)…

RV: ¿Ya estaba El Ronco entonces?

Germán: Sí, y estaban Silvio (Mayorga), Tomás (Borge) y Rigoberto Cruz. El Ronco está fundido26, y dice que si no vamos a atacar, nos van a descubrir. Pero Tomás se opone (al ataque) e influye mucho en eso. Y dice Tomás dice que no. Carlos acepta que no y Silvio también. Solo Rigoberto y El Ronco querían atacar, eran dos en contra de tres de los que estaban en el campamento y dos compañeros de la zona de ahí que eran combatientes, que ya se habían preparado, se les había enseñado arme y desarme, y un poco de táctica de combate.... Ahí habían preparados veinte campesinos para ir a (la acción)... seguros pues, habían más pero se podían considerar unos veinte para ir al asalto. El Plan era que nosotros asaltábamos el lugar y sacar provisiones y todo lo que se iba a sacar de allí del pueblo.

RV: ¿Y en total ustedes cuántos eran?

Germán: En total ahí estábamos éramos unos 17, los que vivíamos clandestinamente en la montaña. El resto de los campesinos de la zona vivían en sus casas pues solo llegaban a los campamentos de preparación y se regresaban a sus casas. Entonces como no aceptan (realizar el ataque), ellos se van para el Kirrawa. Entonces Tomás…

RV: ¿Quiénes se van?

Germán: Un grupo de diez, van al mando de Silvio.

RV:¿No aceptan qué?

Germán: No se acepta el ataque, pero aceptan ir a hacer un buzón para reforzar el ataque, por si acaso había un herido meternos en el Kirrawa y curarlo ahí. Ya ha llegado el médico, el doctor (Oscar Danilo) Rosales y él va en esa misión porque va para apoyar, van hacer un buzón. Entonces, nosotros salimos (hacia un lugar) cerca de Matagalpa. Nos venimos por las montañas Chico Chiquito, otro muchacho de ahí de Matagalpa, Eulalio (Víctor Manuel Guillén) y yo.

RV: ¿Carlos dónde se queda?

Germán: Carlos se queda en el campamento de ahí de Pancasán.

RV: ¿Con quiénes se queda Carlos?

Germán: Se queda con El Ronco (Oscar Turcios), Chicho (Narciso Zepeda), que Chicho va también (iba) en el (otro) grupo ese, pero a última hora lo dejan para que pueda salir con El Ronco, por si tienen que venir a hacer alguna gestión a Matagalpa pues él conocía la salida. Entonces nosotros venimos. Tomás viene a caballo por el camino con don Toño (Rodríguez) arriando un toro. Ahí los encuentra Ricardo Osejo, un oreja27 de Matagalpa y lo dejan que se vaya. Andaba orejeando (espiando) en el camino, en los caminos. Entonces Fabián Rodríguez, el hermano de Luisito (Antonio Rodriguez), es el que está preparado con todo (lo necesario) para cortar todas las líneas telefónicas para el día del asalto y es el que recibe la provisión en Matagalpa.

Nosotros nos venimos por montaña y llegamos a la finca de los papás de don Toño y vamos a escoger el lugar para hacer el buzón con don Toño. Lo hacemos, metemos la provisión ahí y regresamos. Ya nos llevamos a Fabián, pues prácticamente él había sido descubierto de que él era quien recibía la provisión, y nos vamos para la montaña.

Llegamos al campamento, en la montaña. Y ya se habían salido del que está cerca de Pancasán y estaban más acá, en Fila Grande. Están a tres horas de camino. Entonces, venían dos enviados que vienen de Kirrawa y ya la gente está allá. Ahí viene Fausto Heriberto Aráuz con otro campesino de la zona28. Entonces, ya se sabe que la guardia va en camino, pero va por el propio camino. Se les dice que se regresen –ellos los dos se ponen en una noche por otro camino– que no utilicen el mismo camino porque la guardia va a patrullar ahí.

Cuando ellos llegan allá quién sabe qué decidieron y se vinieron prácticamente por el mismo camino. De ahí ya supimos versiones nada más por Eulalio, que salió vivo del cerco de la guardia y por el Chino Mundo, Mundo Roberto Flores29, porque los habían sacado (a los dos). El Chino venía con los pies inflamados y habían herido al Tigre del Cerro Colorado en el primer encuentro con la Guardia, y ellos lo traían para dejarlo cerca de donde un pariente de él y que de ahí lo pudieran sacar a caballo para la ciudad por otro camino, muy atrás de donde estaba la Guardia.

Pero al no aparecerse ellos, me mandan a mí con Juan, un campesino de la zona, que me fuera por el camino que yo les había dicho (a Fausto Heriberto y a Eulalio ), a visitar a unos amigos colaboradores, simpatizantes en la zona. Entonces el compañero que va conmigo se mete a la casa y yo me meto al monte. Cuando él está en la casa, la Guardia llega y lo interroga para saber qué está haciendo ahí, y (Juan, el campesino) le dice que vive en Fila Grande pero que le habían mandado a decir que su hermano estaba herido -–y era verdad, el hermano se había pegado un machetazo en la mano– y lo dejan. No le hacen nada. Las patrullas se van y (Juan, el campesino) regresa donde yo estaba escondido. Yo estaba arriba del cerro, mirando que la guardia había llegado miré que la patrulla se fue y no se lo llevaron. Al rato él salió de la casa, llegó (donde yo estaba escondido) y nos regresamos.

Fuimos a dormir en una finca de una señora, Catalina Aráuz, que está por La Mula y al día siguiente salimos de ahí. Llegamos en la noche al campamento, cerca de una finca de unos Jara. No los pudimos encontrar (a los compañeros). Ahí se decide que me baje yo a Matagalpa con Tomás para ponerles un anuncio por Radio Mundial, que ellos conocían más o menos cómo (qué significaba) es... a qué lugar se tenían que dirigir y que ahí se iban a ir a encontrar para hacerzlo por montes.

Cuando nosotros salimos a Matagalpa, un compañero que había sido radio-operador de la Guardia, se conocía todas las claves, entonces le dice a la hermana de don Toño que los muchachos habían chocado dos veces en la montaña y que estaban heridos Silvio, el Chele Moreno (Francisco) y Otto Casco y que los tenía capturados la Guardia. Entonces viene Tomás y le dice "váyase a Managua y le dice al flaco Roque (Rolando Roque) que ponga un anuncio que han chocado y que están heridos fulano y fulano", los que habían dicho en el informe de la Guardia. La compañera se viene a Managua y le dice (da el mensaje) y después ellos ponen el anuncio en Radio Mundial, que habían sido capturados heridos Otto Casco, Silvio Mayorga y Francisco Moreno. Eso fue a las siete, a las siete y cuarenta y cinco (de la noche) la Guardia dio la noticia en un parte oficial de que habían muerto en combate Silvio Mayorga, este y el otro y otros que no se habían reconocido.30

Ahí se decide que me vaya yo a Managua. Me dan un contacto en la Iglesia de Santo Domingo (de Managua). Llegó el contacto que era el hermano de Carlos y lo identifiqué porque se parecía a Carlos, y él me llevó donde el flaco Roque. Después fueron a traer a Tomás; después vinieron Carlos y El Ronco y sacaron a Chicho para que fuera a hacer contacto con una compañera en Managua y que lo fueran a traer y así pues nos salimos de la montaña. Se salió todo mundo y Carlos dijo que había que hacer una preparación fuera, discutir cómo había sido el problema y que en realidad no estábamos en capacidad en ese momento de combatir con la Guardia. Habíamos quedado sin armas porque las mejores armas las andaban en la operación, los que iban a hacer ese buzón. Y así fue entonces. Salío toda la gente que se reconcentró en Managua; unos salieron para acá (Costa Rica) y así salió El Ronco, el flaco Roque, Fausto Amador y Chicho para la isla (Cuba), y yo me quedé aquí en Costa Rica y después viajé yo a Cuba, después que se fue Tomás en mayo.

RV: Hasta ese entonces siempre la idea es formar el grupo desde arriba y empezar a…

Germán: Prácticamente en ese tiempo solo se está pensando en el foco guerrillero. Existe la mentalidad foquista dentro de la organización, que deja de existir hasta 1970. Ese año El Ronco queda prácticamente en la calle, verdad, quedó solo31, no tenía ni quien lo empujara (en un carro) ni nada. Entonces, él comienza a trabajar entre el pueblo, comienza a trabajar con estudiantes y es el renacimiento del Frente ya con más fuerza.

FIN

¿Quién era Róger Vásquez Berríos, el entrevistador del Danto?

Róger Vásquez Berrios nació en Jinotepe el 26de noviembre de 1940 en el seno de una familia de convicciones socialistas. Su padre era el conocidos Jonathan Vasquez Roiz, su madre Tina Berríos Gonzalez. Roger murió el 24de julio del año 2014.

Participó en el Movimiento 11 de Noviembre movimiento de jóvenes conservadores que atacó los cuarteles de Jinotepe y Diriamba en 1960. Integrado a la Juventud Socialista, fue seleccionado para viajar a Moscú para estudiar en la Universidad Patricio Lumumba.

En Moscú, Róger hizo contacto con el FSLN a través de Oscar Turcios. En 1967 formó parte de una célula sandinista integrada por Henry Ruiz, Róger Deshón, Denis Campbell y Benjamín Jirón. Fue uno de los estudiantes que salió de la Universidad Patricio Lumumba para integrarse de lleno a la guerrilla. Así formó parte de un contingente que salió en enero de 1968 de Moscú hacia Cuba para recibir entrenamiento en guerra de guerrillas, en la escuela de Pinar del Río, junto a destacados dirigentes como Henry Ruíz, Comandante de la Revolución que dirigió la lucha guerrillera en la montaña desde 1971 hasta 1979, y con Róger Deshón, asesinado en la masacre de abril de 1979 en el Reparto La Providencia, León. También formaron parte del grupo Fabián Rodríguez Mairena, participante de la guerrilla de Pancasan asesinado el 3 de octubre de 1970, Narciso Zepeda (fusilado injustamente por el mismo FSLN); Denis Campbell, quien se retiró del FSLN después de participar en la guerrilla de Zinica (69- 70); Francisco Rosales Argüello y Leopoldo Rivas Alfaro.

Con el seudónimo de Gonzalo, Róger participó en diciembre de 1969 junto a German Pomares en el operativo para rescatar a Carlos Fonseca de la cárcel en Costa Rica. El operativo fracasa pero logran evadir la persecución y salen ilesos, no así Humberto Ortega y Rufo Marín que heridos son capturados por la guardia costarricense.

El Comandante Ruiz nos ha dado este testimonio sobre Róger:

A Róger le decían El Borrego en su juventud en Jinotepe, creo porque en aquellos años en la liga profesional de beisbol de Nicaragua había un pelotero cubano, primera base del equipo "5 Estrellas", que se llamaba Rogelio Álvarez pero todos le llamaban El Borrego. A Róger le agradaba el remoquete a pesar de lo gago que era. Yo crecí en el mismo barrio, Pila Grande. Su papá, Jonathan Vásquez Roiz, era mecánico y poseía un taller. Su mamá se llamaba Tina Berríos González. Se separaron. Róger tenía una hermana de la misma unión de nombre Ruth Vásquez. Origen de clase: capa media.

Róger estuvo en los acontecimientos del 11 de noviembre, la toma de los cuarteles de Jinotepe y Diriamba. Fue becado a la Universidad Amistad con los Pueblos, Patricio Lumumba, en Moscú por el PSN. Empezó a estudiar ingeniaría en construcción de maquinarias pero no terminó porque no estudiaba y tenía problemas académicos. Era chispa, pero como dice Gothe por ahí, no es suficiente el talento sino la gota de sudor.

Muy interesado en los acontecimientos políticos y en la polémica lucha armada vs lucha electoral. El PSN era pro moscovita y en esa polémica, cerrado defensor de la vía pacífica a la toma del poder. En Moscú ese debate se sintetizaba así: guerrillas, Cuba; vía pacífica o electoral, partidos comunistas y Moscú. Por dos vías, Róger Vásquez, Róger Deshon y Denis Campbell, estaban condenados a la expulsión de la Universidad Patricio Lumumba. No estudiaban y eran contrarios a la línea política del PSN y PCUS.

Yo me integro a la idea que la lucha armada es el método fundamental y el FSLN la vanguardia. Aunque no llegué al anti partido que cargaban mis posteriores 4 camaradas (Benjamín Jirón, es el otro). Por aclaración yo estuve en Moscú 14 meses y nunca sufrí represión académica ni política. Me ofrecieron buenas opciones para estudiar en cualquier territorio de la URSS.

Róger junto a Deshón, Campbell y yo, abandonamos la Lumumba para ingresar al FSLN y entrenarnos en Cuba (Pinar del Río).

Desconozco las razones por las que Róger no ingresó a Nicaragua antes de la victoria del 19 de julio. Era imaginativo con la táctica militar y ese rasgo me daba confianza. Cuadro politizado pero reacio a la disciplina militar.

Durante los años de la Revolución en Nicaragua (1979-1990) trabajó en Ministerio de Planificación Nacional y fue director del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP). Ahí estuvo hasta la derrota electoral.

Róger, era revolucionario y convencido de las ideas socialistas. Conocedor de Lenin y de las esencias educativas del bolchevismo. Estuvo cautivado de la idea de retomar las ideas de izquierda sandinista y chocar las dominantes del caudillismo".



NOTAS


1 (Esta entrevista fue transcrita por YMM. El 10/02/2010. Revisada por Mónica Baltodano el 4 de agosto de 2017, corrigiendo varios errores en la transcripción. No se pudieron resolver baches inaudibles).

German Pomares fue declarado Héroe Nacional, mediante Decreto No 799, publicado en La Gaceta, Diario Oficial No 195 del 29 de agosto de 1981

2 Así se denominaban a los partidarios del General Emiliano Chamorro, caudillo del Partido Conservador desde 1908 hasta su muerte en 1966.

3 El 4 de abril de 1954, Domingo de Resurrección, un grupo de ex oficiales de la Guardia Nacional y algunos civiles planearon una emboscada al dictador Anastasio Somoza García, en el departamento de Carazo. El plan fracasó, entre otras razones, porque uno de los conspiradores delató a sus compañeros. La rebelión estuvo encabezada por los hermanos Luis Felipe y Adolfo Báez Bone, y participaron entre otros, Rafael Chosieul Praslin, Pablo Leal Rodríguez, Agustín Alfaro, Luis Felipe Gaboardi y Optaciano Morazán.

4 Victoriano Arteaga fue asesinado el 19 de enero de 1964. Después del crimen, fueron capturados y asesinados cuatro trabajadores de la hacienda donde Vitoriano era el administrador y sus cuerpos fueron dejados en un zanjón; por eso el crimen se conoció como El Zanjón de Posoltega. El responsable de estas muertes fue el Coronel Juan Ángel López, jefe del Comando GN de Chinandega.

5 Olama y Mollejones fue un movimiento armado de oposición a Somoza organizado por jóvenes. Fue dirigido por Napoleón Ubilla Baca, Enrique Lacayo Farfán, Luis Cardenal, Reynaldo Antonio Téffel, Freddy Hernández y Pedro Joaquín Chamorro –como su cabeza más visible. El 31 de mayo de 1959, fueron transportados por avión a Los Mollejones y al día siguiente otro grupo a Olama. El intento fue un desastre. La mayoría fueron apresados y tratando de salir para Costa Rica cayeron combatiendo en la rivera del rio Sábalos, el Capitán ex GN Napoleón Ubilla Baca, y el captan ex GN Víctor Manuel Rivas Gómez, ex oficiales de la GN, junto a los costarricenses Sonny Bony y Jorge Segura, que eran los tripulantes del segundo avión.

6 El 24 de junio de 1959, un grupo de más de 100 guerrilleros, entre los cuales había cubanos, hondureños y guatemaltecos, fue emboscado y masacrado por la Guardia Nacional y el Ejército de Honduras, en el campamento en donde se entrenaban para ingresar a Nicaragua, ubicado en el sitio conocido como El Chaparral, en territorio hondureño, cercano a Santa María de Trojes, fronterizo con el norte del municipio de Murra. Los cubanos estaban encabezados por el comandante Carlos Lugo, que había recibido el respaldo expreso del Comandante Ernesto Che Guevara. Entre otros nicaragüenses participaron entre otros, Virgilio Godoy, Klaus Khül, Aldo Díaz Lacayo, Fanor Rodríguez Osorio, Mauricio Morales Córdoba, Enrique Marenco, Silvio Ramírez, Manuel Baldizón, Enrique Morales Palacios, Aníbal Sánchez Aráuz, Manuel Canelo, Rodolfo Romero, los ex oficiales GN Rafael Somarriba y Guillermo Duarte, y Carlos Fonseca, que en esa época era estudiante universitario y tenía 23 años. Ese día murieron Antonio Barbosa, Aníbal Sánchez Aráuz, José Manuel Aróstegui, Manuel Canelo, Manuel Baldizón, Enrique Morales Palacios y Adán Suárez Rivas, y los internacionalistas cubanos Onelio Hernández y Marcelo Fernández. Carlos Fonseca fue gravemente herido en el pecho.

7 Manuel Díaz y Sotelo fue un destacado periodista antisomocista, nacido en Boaco en 1959, que se alzó en armas en mayo de 1959. Después que el grupo guerrillero que encabezado fue aniquilado, la Guardia Nacional detecta a Díaz y Sotelo, lo hiere y lo captura cuando buscaba ayuda médica para sus compañeros heridos en Pueblo Nuevo, Estelí. Los guardias lo amarraron a un árbol durante tres días, sin brindarle comida ni agua, con el objetivo que revelara la identidad y los planes de sus compañeros guerrilleros. Como no habló, lo ejecutaron el 7 de agosto de 1959. Estaba por cumplir los 30 años.

8 Movimiento organizado en 1960 por los conservadores Indalecio Pastora y Leonel Cabezas. La conspiración pretendía acabar con la Dictadura mediante ataques simultáneos en la frontera Sur, hacia Rivas; en la frontera Norte, hacia Jinotega, y los cuarteles de la Guardia en varios lugares de Nicaragua. Solamente se realizaron exitosamente los ataques a los cuarteles de Jinotepe y Diriamba. La Guardia Nacional controló rápidamente la situación y capturó a gran parte de los combatientes, mientras otros se asilaron.

9 Compañía de transporte terrestre.

10 El primer astronauta de la Unión Soviética fue invitado de honor en esa celebración.

11 Años después, en 1970, fue Presidente Constitucional de Chile, depuesto por un golpe militar en que murió combatiendo el 11 de septiembre de 1973.

12 Secretario general del Partido Vanguardia Popular de Costa Rica. Partido comunista.

13 Ambas, obras del periodista argentino Gregorio Selser.

14 El 15 de julio de 1970, en operación de contrainsurgencia, la GN emboscó y asesinó a los militantes sandinistas Edwin Meléndez, Orlando Castillo y Noel Argüello Pravia. Los medios somocistas afirmaron que Noel Argüello prestaba su hacienda El Socorro para entrenar guerrilleros. Edwin Meléndez fue identificado como hijo del comunista Justo Meléndez Prear, de Chinandega, y Orlando Castillo, como un carpintero de Managua. En la misma operación resultó herido el albañil Isaac Zeledón. En un comunicado, el FSLN informó que su Dirección Nacional otorgó a los tres compañeros el reconocimiento de Héroes Sandinistas. Carateras está ubicado a orillas del rio del mismo nombre, y forma parte del Municipio de Tuma La Dalia, Matagalpa. Era un poblado muy importante, pero al convertirse Tuma y La Dalia en centro del poblado, y más tarde en Municipio; Caratera se redujo a condición de una comarca.

15 En Guatemala, chusema significa loco, extravagante.

16 Hoy Villa 15 de Julio, municipio de Chinandega.

17 Probablemente se refiere a la comarca El Amatillo, vecina a Honduras, en el municipio de Macuelizo, departamento de Nueva Segovia.

18 Hoy Complejo Policial Ajax Delgado, sede de la Jefatura de la Policía en Managua.

19 La mención de Luis Fisher es una confusión de German Pomares porque éste no participó en este guerrilla como se verá estuvo en el grupo que se intentó establecer en las montañas del Norte y se desmovilizó después del incidente de Carateras.

20 Catacama es un valle de Olancho, Honduras.

21 El último embajador de Cuba en Nicaragua, antes de 1979. Murió en La Habana el 2 de julio de 1986.

22 Carlos Fonseca había salido del río Patuca hacia Nicaragua, porque Noel Guerrero –quien era el jefe del movimiento– no había querido que Carlos se quedara participando en la guerrilla. Carlos estaba en Nicaragua junto con José Benito Escobar, Rolando Roque, Jorge Navarro y otros, tratando de organizar un grupo guerrillero en el Norte, que se uniría con los que entraran de Honduras, y formando células en las ciudades para respaldar el movimiento guerrillero. Jorge Navarro también tenía la misión de entregar en Honduras el dinero que habían recuperado en el asalto al Banco de América en mayo de 1963. Por distintas circunstancias, Navarro terminó incorporándose a la guerrilla de Patuca.

23 Bonifacio "Bacho" Montoya fue asesinado el 8 de mayo de 1976, junto a su esposa Juana María y su hijo Sebastián Montoya. El relato de su muerte aparece en el libro de Omar Cabezas La Montaña es algo más que una inmensa estepa verde.

24 Entendemos que se refiere a Iván Sánchez Argüello, pues ningún otro guerrillero llevaba este apellido.

25 René Schick fue designado presidente por Anastasio Somoza Debayle, el 1 de mayo de 1963. Murió en el ejercicio de su cargo, el 3 de agosto de 1966.

26 Enojado,

27 Espía al servicio de la Guardia Nacional.

28 MBM; Se trata de Fausto Heriberto García y el campesino es Víctor Manuel Guillen (Eulalio)

29 MBM: Era Edmundo Pérez a quien German Pomares llama “El Chino”

30 Efectivamente, Rolando Roque recibió la noticia de parte de la compañera enviada, y mandó a Fausto Amador a que le diera instrucciones a Julio López Campos para que pasaran lo noticia. Julio López le dio la información a Manuel Espinoza Enriquez quien con carácter de última hora, pasó la información en el noticiero Extra, de Radio Mundial, que se transmitía a las 7 de la noche. Pero 45 minutos después el parte de la GN decía que todos estaban muertos, agregándose éstos a la larga lista de prisioneros de guerra asesinados.

31 Eso ocurrió debido a la represión somocista, que entre 1969 y 1970, mató y encarceló a gran cantidad de militantes y colaboradores del FSLN.

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