Memorias de la lucha Sandinista

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El Triple Pacto Ortega-Alemán-Obando

Muerte para las mujeres y libertad para Alemán

Estos crímenes no quedarán impunes1



La sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del 13 de noviembre de 2007, deberá quedar anotada para la historia como un día triste para Nicaragua. Ese día diputados del Frente Sandinista y sus socios del Partido Liberal arnoldista, alegremente adelantaron la libertad plena de Arnoldo Alemán y reafirmaron la condena a muerte a miles de mujeres pobres en el último debate del nuevo Código Penal.


Era el último día de debate del nuevo Código Penal, que incluía la penalización absoluta del aborto y, por ende, del aborto terapéutico. Días atrás se había logrado construir un consenso legislativo para incluir en el nuevo Código Penal, una eximente de responsabilidad penal, en casos de necesidad de interrupción de un embarazo frente a un evidente peligro de muerte de la madre.


El consenso fue torpedeado directamente por el coordinador de bancada del FSLN, Edwin Castro –el jefe de la bancada del Frente Sandinista es Daniel Ortega ̶ y por Wilfredo Navarro, Secretario de la Junta Directiva de la Asamblea Nacional y vicepresidente del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que controla Arnoldo Alemán.


En esas condiciones, era evidente que la propuesta que expresaba el consenso previo alcanzado entre las bancadas legislativa no sería presentada en el hemiciclo parlamentario por los jefes de las bancadas mayoritarias del FSLN y el PLC, razón por la cual la moción fue expuesta por la bancada de la Alianza Movimiento Renovador Sandinista MRS.


Se iniciaba el debate sobre la moción, cuando un sospechoso corte de energía fue suficiente pretexto para que el Presidente del Parlamento, René Núñez, diputado del FSLN, abanderado de la penalización del aborto terapéutico, interrumpiera la discusión y sometiera rápidamente ̶ a mano alzada ̶ la moción. Solamente 15 diputados y diputadas optaron por respaldarla y 48 la rechazaron.


Casi de inmediato los diputados votaron, para que la vacatio legis del nuevo Código Penal, originalmente propuesto para dos años, se redujera a 60 días. Alemán gozará, seguramente, de la disminución de las penas, por lavado de dinero, en los próximos meses, porque la reducción del período para la entrada en vigencia del nuevo Código Penal, evidentemente fue sancionada por una mayoría de diputados “arnoldistas” y “danielistas” para favorecer al caudillo rojo.


La restauración ideológica conservadora


La reiteración de la atrocidad contra las mujeres pobres que no encontrarán piedad en los hospitales públicos, me trajo a la memoria a los “Caballeros Católicos de Granada”, sobre quienes nos ilustra el historiador Gobat2. Después de la Primera Guerra Mundial, estos señores desarrollaron abiertas campañas moralistas, que incluyeron de manera notoria la reivindicación de un rol subordinado, casto y hogareño de las mujeres.


Para ellos, la conservación del rol tradicional de la mujer y “las buenas costumbres”, eran vitales para contener el igualitarismo que predicaba y propugnaba el capitalismo y el espíritu burgués. Con sus campañas, a la par que afirmaban el poder de la Iglesia Católica, contenían las ideas modernizantes.

Para los Caballeros Católicos, el comportamiento inmoral y escandaloso de las mujeres de la élite erosionaba el respeto que el pueblo debía guardar hacia “las clases directoras”.


En el desarrollo de sus cruzadas moralizadoras se valieron de todos los medios para la difusión de sus campañas moralista: los púlpitos, los periódicos clericales, las novelas y, por supuesto, acudieron a los buenos oficios de diputados del Congreso Nacional.


Uno de ellos ̶ Salvador Castrillo ̶ promovió y consiguió el respaldo para emitir una ley que prohibía a mujeres y hombres entablar conversaciones en las calles, si previamente no habían sido presentados formalmente. Era tan absurda dicha ley (1918) que fue revocada por la Corte Suprema de Justicia.


Uno de los frentes de combate de los “Caballeros Católicos” fue su lucha contra la participación de las mujeres en las actividades deportivas, pues juzgaban que “éstas acabarían masculinizando a las mujeres y transformándolas en marimachas”.


En 1924, un prominente cirujano llamado Henry Pallais, fue rechazado en su intento por pertenecer al exclusivo “Club Social de Granada”. El rechazo fue en castigo a la lucha librada, por más de tres años, por el médico junto con la Facultad de Medicina, Cirugía, Farmacia y Dentistería de Oriente y Mediodía, contra el clero y sus aliados.


Esta facultad rechazó la disposición administrativa ̶ dictada por el Caballero Católico, don Salvador Cardenal como Presidente de la Junta de Beneficencia Local ̶ , que prohibía que los estudiantes de medicina practicaran disecciones sobre cadáveres de mujeres. La prohibición fue a solicitud de una monja católica con el argumento de que era un ataque a la “pureza” de las mujeres.


El fundamentalismo como instrumento de dominación


La historia nos enseña que cuando las élites y clases dominantes sienten que están perdiendo poder e influencia entre los dominados, recurren a la exaltación de los fundamentalismos, de la mano con las jerarquías eclesiales reproductoras de una visión mágica de la realidad, con el objetivo de afirmar la sujeción de los pueblos.


En épocas de carencias, el imaginario de los pueblos se llena de lo mágico, del providencialismo. ¿Cómo pueden explicarse, en este mundo, los miles de nicaragüenses que con frecuencia hacen sólo un tiempo de comida? ¿Qué justificación se hacen ̶ abandonados a su suerte ̶ aquellos mískitos de las riberas del Río Coco o Wangki que, a lo largo de la faja fronteriza con Honduras, sobreviven afectados por la malaria y el dengue, por las ratas y la leptospirosis, por el hambre y la insalubridad y luego por la posesión (histeria) colectiva de los espíritus (grisi sikni, en lengua nativa)? ¿Cómo conformarse teniendo una docena de niños que alimentar, y toda una cosecha perdida? En esas condiciones no queda más alternativa que abrazarse a las ideas mágicas y a las explicaciones suprarrealistas.


Vivimos en una sociedad en que como dice el escritor uruguayo, Eduardo Galeano:


... no hay pueblos, sino mercados; no hay ciudadanos, sino consumidores; no hay naciones sino empresas; no hay ciudades, sino aglomeraciones; no hay relaciones humanas, sino competencias mercantiles.”.


¿Qué justificación ética pueden hacerse los sectores dominantes, qué fundamentalismos abrazar para preservar su condición de clases dominantes?


Las élites en Nicaragua recurren nuevamente a la “recuperación moral”. Pero el fundamentalismo clerical que anima a estos nuevos “Caballeros Católicos”, es tanto más despreciable, porque en definitiva, su empeño y motivación no descansa en la sana fe de pretextadas creencias.


Todos sabemos que las causas profundas que fusionaron esa votación en la Asamblea Nacional, en una sola alma, en una sola y misma fe, a Ortega, Alemán y Montealegre, no son otras, que los inescrupulosos aprovechamientos del atraso espiritual del pueblo, para sacar provechos políticos que les ayuden a preservar su condición de poderosos y caciques.


En definitiva el imperdonable pecado de “los nuevos Caballeros Católicos”, que sin duda les perseguirá toda su vida, no es otro que el del sacrificio de las vidas de las mujeres humildes del pueblo que ahora entregan como ofrendas en el altar del oportunismo político.


Sacrificar esas vidas con el sólo afán de satisfacer las creencias de unos cuantos jerarcas eclesiales, sólo tiene un nombre en el más cristiano de los lenguajes: crimen. Y estos crímenes no lo olviden, no prescriben jamás. Ni en ésta, ni en la otra vida.


Como sandinista debo decir que el oprobio, la pestilente y eterna vergüenza en la que hoy entierran lo mejor de las convicciones del sandinismo revolucionario, y de la gente decente de nuestro país, no quedará impune. Esta decisión contra las mujeres, que sólo es posible por la voluntad de Daniel Ortega, el servilismo de unos cuantos orteguistas y sus ideólogos, será castigada.


Este crimen moral, este crimen espiritual, este crimen político e ideológico, será más temprano que tarde, severamente corregido en la nueva rebelión del pueblo, que ya se gesta en las nuevas generaciones.


14 de Noviembre 2007





NOTAS


1 Artículo publicado en el Nuevo Diario luego del fallido intento por incluir en las disposiciones finales del Código Penal de una eximente de responsabilidad por la interrupción del embarazo por razones terapéuticas. 14 de noviembre de 2007.

2 Gobat Michel: “Contra el espíritu burgués. La elite nicaragüense ante la amenaza de la modernidad". 1918-1929 en La Revista de Historia, del Instituto de Historia de Nicaragua y CA. No 13. 


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